Hasta en 30 por ciento de los casos de parejas que no pueden tener hijos, el hombre es responsable de las complicaciones. En conferencia de prensa, Gabriela García Soto, presidenta de la asociación Pronanhi, y Norma Trejo González, directora médica del Centro Especializado en Infertilidad y Atención a la Mujer (Cefam), alertaron que la incidencia en la infertilidad masculina va en aumento debido al estilo de vida actual.

Entre las causas más frecuentes que derivan en esta enfermedad, debido a que el paciente nació con ellas o las desarrolló a lo largo de su vida, está el variococele, dilatación de las venas del cordón espermático y del escroto que modifican la cantidad y velocidad de sangre que circula por los testículos, y criptorquidia, en el que uno o ambos testículos no sé desplazaron a tiempo al escroto, impidiendo un desarrollo adecuado, dijo Trejo González.

Los factores externos que inciden en la fertilidad del hombre, expuso, son la ingesta excesiva de bebidas alcohólicas, la obesidad, el tabaquismo, la diabetes, hipertensión, cáncer de próstata y enfermedades tiroideas. A ellas, se suman estar expuestos a campos electromagnéticos y radiaciones, así como a altas temperaturas.

Estudios advierten que mantener el teléfono celular cerca de los genitales por mucho tiempo, como guardarlo en las bolsas del pantalón puede influir de manera importante en la temperatura escrotal y en la calidad de los espermatozoides, dijo.

También se relaciona con que los hombres postergan la paternidad por el trabajo, viajes o más recursos. Después de los 45 años, la calidad del semen puede mermar para lograr un embarazo.

García Soto explicó que la infertilidad masculina sigue siendo un tema tabú. Agregó que hay pocos especialistas para atenderla y los tratamientos oscilan entre los 100 mil y 300 mil pesos.

Resaltó que no se cuenta con información en el país para documentar la incidencia de infertilidad masculina, pero estudios internacionales demuestran que ésta va en aumento.

Los hombres que no pueden tener hijos, dijo, experimentan vergüenza, culpa, miedo, enojo, dolor y depresión. Señaló que en muchos de los casos las parejas terminan separándose por esta situación.