Miércoles 13 de junio de 2018, p. 5
Grozny
Mohamed Salah se relajaba en su habitación de un hotel en Grozny, cuando se le informó que un dignatario había llegado sorpresivamente y lo esperaba en el vestíbulo. Cuando el delantero acudió, se encontró con el líder checheno Ramzan Kadyrov.
El ex rebelde apoyado por Moscú quería pedirle un favor al astro de la selección de Egipto: que los acompañara al estadio donde entrenaba la selección egipcia ante los fanáticos locales. Salah accedió y el futbolista y el líder fueron aplaudidos por el público.
El episodio del domingo por la noche causó una andanada de críticas en las redes sociales, ante los antecedentes cuestionables del líder checheno en materia de derechos humanos. Algunos consideraron que no hizo sino aprovecharse de la imagen de Salah.