Lamentablemente el racismo y la xenofobia están muy vivos en México, aseguró Olivia Gall, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CIICH) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En entrevista con La Jornada y al anunciar el diplomado virtual Racismo y xenofobia en México, avalado por la UNAM y financiado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la también coordinadora de Integra (Red de Investigación Interdisciplinaria sobre Identidades, Racismo y Xenofobia en América Latina) expuso que ambas condiciones están profundamente arraigadas en diversos sectores de la población.

Apuntó que las víctimas principales del racismo en el país son los pueblos indígenas y afrodescendientes, en torno a los cuales se han construido estereotipos y prejuicios difíciles de erradicar.

Añadió que a estos sectores se les endilgan condiciones de inferioridad no sólo a escalas biológica y cultural, sino incluso moral y espiritual, y estos prejuicios son difíciles de superar.

Morenura y negritud

Aseguró que alrededor de la morenura y la negritud se han construido esos estereotipos y prejuicios, pues mientras más oscura es la piel se asocian a la persona características discriminatorias, inspiradas en un racismo cuya existencia fue reconocida hace poco tiempo, pues al ser México un país de mestizos se asumía tolerante en estos temas, cuando la realidad no era ni es así.

La experta comentó que estos comportamientos racistas y clasistas se inculcan desde la infancia. Acotó que la red Integra realiza un estudio entre niños de primaria y ha constatado cómo el sistema reproduce estas percepciones.

Integra es un espacio académico y de representantes de organizaciones de la sociedad civil, inter y transdisciplinaria e intersectorial. Su tarea es evidenciar y combatir el racismo y la xenofobia mediante la generación de nuevo conocimiento académico y el trabajo con organizaciones públicas, sociales y privadas.

Gall expuso que el racismo no necesariamente debe asociarse a sectores de derecha, conservadores y con poder económico y político, pues también se ven estas actitudes en sectores de centro e incluso de izquierda y más progresistas.

El diplomado comienza el 6 de agosto y concluye el 9 de diciembre, son 150 horas impartidas por 60 expertos. La intención es ofrecer dos diplomados al año, uno que comience en febrero y acabe en junio y el segundo de agosto a diciembre.