Esta semana continuó la aplicación del segundo examen de ingreso al nivel licenciatura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) correspondiente a 2018. En esta ocasión, de los casi 70 mil aspirantes que presentaron la prueba, 187 fueron jóvenes con alguna discapacidad, para los que la universidad instaló una sede especial con personal que les brindó atención y servicios personalizados.

La UNAM recibió el miércoles en el Centro de Exposiciones y Congresos, sede de la prueba de admisión a licenciatura desde 2015, a los aspirantes con discapacidad.

En esta ocasión, hubo 33 jóvenes más con respecto al año pasado. Ángel y Alma son parte de los aspirantes que declararon previamente en su solicitud tener alguna discapacidad y que deseaban ser provistos de alguno de los siguientes servicios: realizar el examen en planta baja; movilidad en sede con silla de ruedas; movilidad en sede con bastón o muletas, y autorización para el ingreso de un lector, entre otras.

La sede del examen contó con equipo físico y humano para atender a los aspirantes. La atención, en ninguna circunstancia, significó asistencia al examinado para las respuestas.