Las autoridades judiciales encargadas de investigar agresiones contra las mujeres en el estado de México se negaron a recibir la denuncia de una víctima de ataque sexual con el argumento de que lo había hecho por escrito y no mediante una declaración verbal, lo que demuestra la falta de capacitación y empatía de las funcionarias encargadas de este tema.

Así lo afirmó la abogada Verónica Berber, de la organización de derechos humanos Idheas, quien advirtió que estos actos desincentivan que las víctimas denuncien un delito y por tanto alimentan el ciclo de la impunidad.

En entrevista con La Jornada, Berber explicó que el 6 de marzo pasado, la demandante acudió al Centro de Justicia para las Mujeres (CJM) del municipio de Ecatepec, donde buscaba entregar la denuncia por escrito del ataque sexual que sufrió en 2015.

El argumento de la mujer para no emitir su declaración de manera verbal, indicó la abogada, es que hablar de nuevo sobre lo ocurrido sería para ella una experiencia revictimizante, por lo cual solicitó que las autoridades recibieran la denuncia por escrito.

No obstante, el personal del CJM se negó a recibir el texto con el argumento de que sus protocolos de actuación le impedían aceptar una querella en este formato e incluso se le pidió que saliera del lugar.

Diez días después, la víctima regresó al CJM acompañada de la litigante de Idheas, quien explicó a las autoridades que la mujer agredida tenía el derecho de presentar su denuncia de cualquier manera, y no sólo verbalmente.

Sin embargo, la coordinadora del sitio, Sandra Pacheco García, les indicó de forma altanera que ya había señalado a la denunciante que no podría recibir su texto y agregó que la subprocuraduría encargada de investigar agresiones sexuales en el estado de México estaba de acuerdo con la negativa.

Aunque a final de cuentas logró hacer que el CJM de Ecatepec recibiera la denuncia de forma indirecta, al entregarla a la oficialía de partes de la Fiscalía General de Justicia del estado de México, la abogada alertó que este caso demuestra la falta de capacitación y empatía de las funcionarias encargadas de atender a mujeres víctimas de delitos sexuales. Esto desincentiva las denuncias de las mujeres agredidas, lo que lleva a la impunidad, y es más grave aún tomando en cuenta el alto nivel de violencia en el estado de México, entidad que ocupa los primeros lugares de asesinatos y desapariciones de mujeres, sin importar que se haya declarado una alerta de violencia de género, enfatizó Berber.