El incremento a los salarios contractuales en los primeros cinco meses del año fue superior al del periodo comparable de 2017, impulsado por la persistencia de presiones inflacionarias, de acuerdo con datos oficiales publicados este viernes y la opinión de analistas financieros.

La presión para mayores incrementos salariales seguirá en los siguientes meses como resultado de los aún elevados niveles de inflación, comentaron Francisco Flores y Miguel Calvo, analistas de Banorte, respecto de datos oficiales publicados este viernes sobre la dinámica de negociaciones salariales entre enero y mayo pasados.

En ese lapso, el aumento promedio de los salarios contractuales fue de 5.2 por ciento, 0.7 puntos porcentuales arriba del periodo comparable de 2017, de acuerdo con información de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social publicada ayer.

Aunque el alza de los salarios estuvo ligeramente arriba que hace un año, fueron menos los trabajadores del sector formal beneficiados.

En particular durante mayo, las negociaciones salariales se saldaron con incrementos promedio de 5.7 por ciento, un punto porcentual más que en el mismo mes de 2017. En ambos casos se trata de incrementos nominales, es decir, sin considerar el deterioro que causa la inflación en el poder de comprar del ingreso, según los datos oficiales.

Expresado en términos reales, es decir, incorporado el efecto de la inflación en el poder de compra, el incremento de los salarios contractuales en mayo de este año fue de 1.17 por ciento, que contrasta con la pérdida, en términos reales, de 1.37 por ciento en igual mes de 2017.

En todos los casos, se trata de los contratos negociados en la jurisdicción federal, que es para la que hay datos actualizados al mes pasado.

Entre enero y mayo, 974 mil 294 empleados negociaron un ajuste salarial, con un promedio de incremento de 5.2 por ciento, que supera el 4.5 por ciento de aumento del periodo similar del año pasado, de acuerdo con las cifras oficiales.

Sin embargo, apuntaron los analistas de Banorte, a pesar de un mayor incremento, el universo de trabajadores beneficiados se redujo en 83 mil 562, en comparación con los primeros cinco meses del año pasado.

En general, los salarios resintieron el año pasado una disminución en el poder de compra, provocado por el rebrote de la inflación a causa del alza en el precio de la gasolina, el efecto de la depreciación del peso en el precio final de productos importados y el incremento en el precio del gas en el otoño de 2017.

Esperamos que los incrementos salariales continúen presionados al alza en los próximos meses, comentaron los analistas de Banorte. El incremento al salario mínimo, que entró en vigor el primero de diciembre de 2017, así como los aún elevados niveles de inflación, continuarán impulsando al alza las negociaciones salariales durante la primera mitad del 2018, añadieron.

En mayo, la inflación anual fue de 4.51 por ciento.