Ciudad Juárez. Chih.

La Red en Defensa de los Territorios Indígenas de la Sierra Tarahumara (Redeti) reveló que hace aproximadamente dos meses solicitó a los gobiernos federal y estatal que revisaran la presa de desechos tóxicos de la minera Río Tinto, propiedad de la canadiense Pan American Goldfields, debido a que tenía fugas de contaminantes.

Hace dos semanas, un grupo de rarámuris viajó a la ciudad de Chihuahua para denunciar el problema, pero no fueron atendidos por autoridades estatales ni federales.

Mientras, familiares de los mineros que desaparecieron después del desbordamiento de la presa de jales de la mina Cieneguita denunciaron que a pesar de que la estructura tenía problemas desde hacía días, no se suspendieron actividades en el yacimiento, ubicado en el poblado Cieneguita Lluvia de Oro, municipio de Urique, en la zona serrana de la entidad.

Exigimos al Estado mexicano una auditoría ambiental a la empresa minera, que se remedie el daño ecológico lo antes posible, se sancione a los responsables del siniestro y se destituya a los funcionarios federales y estatales responsables de la tragedia, que ha dejado un saldo de tres trabajadores muertos, dos heridos y siete desaparecidos, planteó la Redeti.

La organización no gubernamental, que defiende a diversas etnias, solicitó que se multe a las mineras por violar la ley, que reparen los daños, que ofrezcan una disculpa pública y se les expulse de México por homicidas y ecocidas.

La Redeti exhortó a las autoridades a proteger los territorios indígenas afectados por las mineras. También pidió a la Federación que no otorgue más concesiones e incluso que suspenda o cancele permisos de explotación de minas y agua y, en cambio, permita obras turísticas y de infraestructura.

Guadalupe Chávez, esposa de Juan Escalante, uno de los siete desaparecidos, aseguró que la presa de jales estaba mal hecha, de pura tierra, y aun así mandaron a los mineros a trabajar.