Buenos Aires.

La decisión de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) de suspender ayer un encuentro amistoso de la selección con su par de Israel, previsto para el sábado en Jerusalén, desató una verdadera tormenta para el gobierno de Mauricio Macri y puso en evidencia los juegos sucios de la política detrás del fútbol.

El titular de la AFA, Claudio Tapia, en una breve aparición ante la prensa dijo ayer que no se trataba de nada contra la comunidad israelí ni judía. Pero me gustaría que tomen esta decisión como un aporte a la paz mundial recordando que el fútbol no tiene nada que ver con la violencia.

Agregó que su responsabilidad es la de bregar por la salud física y la integridad de toda la delegación, pero también advirtió que los que nos tratan de ignorantes nos subestiman, estamos ante una realidad que lleva más de 70 años.

No sólo los palestinos habían pedido a la selección argentina que no se prestaran a esta maniobra israelí para tratar de imponer a Jerusalén como capital de Israel, como lo decidió el presidente de Estados Unidos Donald Trump, sino que lo hicieron intelectuales de todo el mundo, organizaciones políticas y sociales, estudiantiles locales, sensibilizados por lo sucedido en los recientes días con la brutal represión contra los palestinos.

También se había preparado una visita de los jugadores al Muro de los Lamentos, como otra “escenografía, que demostraba que el partido amistoso, que anteriormente se jugaba en Haifa o en otros lugares, se convertiría en un hecho político que utilizaría el gobierno del ultraderechista Benjamin Netanyahu, en momentos en que hasta la ONU reclamó por la masacre de palestinos que realizaban su marcha del retorno. Más de 100 muertos y miles de heridos significó la brutal represión de los soldados israelíes.

Ayer el presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Alberto Indij, criticó fuertemente a Tapia en una carta en la que lamentó la suspensión del partido y le dijo que como presidente de la DAIA no puedo menos que transmitirle la tristeza e indignación que esta noticia ha provocado en el seno de nuestra comunidad. 

En las horas recientes se conoció que Israel decidió una demanda, fijando una alta suma en dólares para imponerle a la AFA, a los jugadores y a Palestina por la suspensión del juego, y el escándalo ocupa a todos los medios locales.

El sociólogo y periodista Jorge Elbaum, titular del Llamamien- to Argentino Judío, integrado por  intelectuales, profesionales, artistas entre otros descendientes de familias judías  críticos de la política del gobierno ultarderechista de Israel, advirtió que Natanyahu quería utilizar el partido como una maniobra propagandística intentando legitimar la anexión de Jerusalén. 

Recordó que hace unas tres semanas se decidió cambiar el lugar donde se iba a jugar el partido en Haifa y trasladarlo a Jerusalén, que es el centro de un gran debate en el mundo, precisamente por la mudanza de la embajada de EU a este ciudad, que de acuerdo con Naciones Unidas es la capital de dos países, aunque el gobierno de Israel pretenda que sólo sea la capital indivisible y única de su país, en contra del derecho internacional.

Elbaum calificó como excelente la determinación tomada por los técnicos y los jugadores argentinos y no sumarse a una campaña propagandística israelí totalmente ajena al deporte.

También se refirió al estrecho  vínculo del presidente Macri y Netanyahu. En medio del huracán informativo, varios analistas denunciaron que el gobierno de Macri tomó partido apoyando que la selección fuera a jugar y que presionó a la AFA. El llamado de Netanyahu a Macri ayer tratando de que impidiera la suspensión demostró que el tema del partido en Jerusalén había sido además negociado, ha- bía mucho dinero en juego como anzuelo para la AFA, que tiene una serie de problemas económicos, señalaron varios analistas.