Trump regresa al pasado
a decadencia de un imperio comienza cuando en lugar de competir para aumentar su poder se cierra al exterior, porque piensa que otros países se aprovechan de su economía.
Esa es la visión de Donald Trump, y su política proteccionista acelerará la caída de Estados Unidos para ceder el paso a China como la gran potencia del mundo.
La visión de Trump se llama mercantilismo y se desarrolló en los países europeos del siglo XVI al XVIII. En aquel tiempo se pensaba que el oro y la plata eran la base de la riqueza y que para incrementarla se debía impedir que los metales preciosos salieran de las arcas públicas, por lo que las exportaciones deberían superar las importaciones.
El razonamiento es el siguiente: si yo te vendo 10 dólares y tu sólo me compras tres, pierdo siete de mis reservas. Por tanto, o me compras mercancías por un monto adicional de siete dólares o dejamos de hacer negocios.
Bajo la premisa anterior Washington impone aranceles de 25 por ciento al acero y de 10 puntos porcentuales al aluminio, y se niega a firmar nuevos acuerdos comerciales con México, Canadá, Europa y China, hasta que se logre un equilibrio comercial.
El gran problema es que la riqueza no es el oro y la plata atesorados. Quien comenzó el estudio de esta temática fue Adam Smith en el siglo XVIII y las conclusiones que se han perfeccionado a lo largo de los pasados 200 años son que la riqueza consiste en el trabajo, la educación, la cultura, la producción, el capital, la tecnología y el consumo. La suma de todas ellas es la riqueza de las naciones.
Precisamente Estados Unidos se convirtió en la gran potencia del mundo gracias a que avanzó en todos los aspectos señalados en un ambiente de libertad y de intercambios con el exterior. Ahora, al cerrar sus fronteras al comercio y colocar muros cada vez más altos frena el avance de la tecnología, encarece la producción y reduce el poder adquisitivo de su población al pagar más caras las mercancías importadas.
Las políticas de Trump encaminan a Estados Unidos a un estancamiento de largo plazo, y cuando se dé cuenta de su error ya será demasiado tarde.