Madrid.

El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, designó a Josep Borrell ministro de Asuntos Exteriores, destacado líder de su partido y una de las voces más críticas del proyecto independentista en Cataluña. El mensaje implícito en esta eleccicón fue recibido con desencanto en las filas soberanistas catalanas, al grado que el ex presidente Carles Puigdemont acusó al gobernante de fomentar la escalada de odio en la región.

El presidente Sánchez inició su mandato con una visita de Estado del presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, a quien recibió por primera vez en el Palacio de La Moncloa.

Sánchez está concentrado en la formación de su gabinete y lo primero que trascendió fue el nombre del futuro canciller. Borrell es un dirigente histórico del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Tiene una carrera política que lo llevó a ser presidente del Parlamento Europeo.

A partir de 2010 decidió apartarse de la política y dedicarse a la consultoría en cuestiones relacionadas con la economía y las empresas. Pero en 2015, cuando estaba en pleno fervor el movimiento independentista en Cataluña, Borrell decidió publicar el libro Las cuentas y los cuentos de la independencia, en el que cuestionaba la vía unilateral elegida por el movimiento y advertía de los costos económicos de una aventura de este tipo. Fue entonces cuando se convirtió en una de las principales voces críticas del independentismo.

Borrell, quien siempre se ha mantenido al margen de las familias de su partido, sobre todo del oficialismo liderado por el ex presidente Felipe González, decidió apoyar hace un año a Pedro Sánchez en su lucha por recuperar la secretaría general del PSOE.

La elección de Borrell se vivió con malestar en el sector independentista catalán. El ex presidente Puigdemont, quien se encuentra en libertad bajo fianza en Alemania, donde está a la espera de que se resuelva su extradición a España por los delitos de rebelión y malversación de recursos públicos, señaló en un mensaje en las redes sociales que Borrell había incitado la escalada de odio en la región. Incluso algún diputado independentista calificó el nombramiento de vergüenza.

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, quien volvió a visitar a los políticos presos por su actuación durante la declaración unilateral de independencia, explicó que ha intercambiado mensajes con Sánchez para reunirse cuanto antes: Es urgente que dialoguemos, tenemos que saber si estamos ante el PSOE que despenalizó la convocatoria de los referendos, o ante el que apoyó la aplicación del artículo 155 para suspender la autonomía de la región. Se trata de saber si el Estado quiere aplicar justicia o quiere escarmentar.

Mientras tanto, el derechista Partido Popular (PP) intenta digerir todavía la moción de censura contra el ex presidente del gobierno Mariano Rajoy, y entre sus primeras acciones como oposición estuvo la presentación de enmiendas a los presupuestos generales que habían sido aprobadas hace sólo tres semanas. En concreto pretenden eliminar de la partida económica los proyectos que había pactado el gobierno de Rajoy con el Partido Nacionalista Vasco (PNV) a cambio de su apoyo en el Congreso de los Diputados.

El voto de los cinco diputados del PNV en la moción de censura fue determinante para la defenestración del PP, que acusó a los parlamentarios vascos de no tener palabra.