Washington.

Estados Unidos seguirá teniendo fuertes lazos con México, Canadá y la Unión Europea (UE), pese a la imposición de aranceles a la importación de acero y aluminio procedentes de esas naciones, dijo ayer la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, durante su reunión habitual con los medios de información, con lo cual defendió la imposición de los gravámenes.

La semana pasada la administración de Donald Trump impuso aranceles de 25 por ciento a las importaciones de acero y de 10 puntos porcentuales a las de aluminio procedentes de dichas naciones, lo que detonó críticas dentro de Estados Unidos y acciones de represalia de sus tres socios comerciales.

Consultada por el hecho de que los republicanos deploraron la decisión presidencial, la vocera defendió los impuestos con el argumento de que son apropiados y críticos para la seguridad de Estados Unidos.

Durante meses, la Casa Blanca ha sostenido pláticas con México, Canadá y la Unión Europea para encontrar una alternativa. Sin solución, los aranceles son las únicas medidas apropiadas para salvaguardar al país, aseguró.

Ayer, el gabinete canadiense debatió la forma de proteger sus industrias del acero y el aluminio.

Al concluir la reunión, el ministro de Innovación canadiense, Navdeep Bains, declaró que el gobierno hará todo lo que pueda para proteger a sus productores.

En tanto, la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, dijo en una entrevista con Reuters que la UE podría adoptar en julio próximo medidas preliminares para proteger sus mercados de acero y aluminio.