Se busca un pacto trilateral moderno, pero no a cualquier costo
Lunes 4 de junio de 2018, p. 25
La Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar) se solidarizó con la industria mexicana del acero y el aluminio, condenó la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de aumentar el arancel a esos productos, en contra de lo definido en el acuerdo comercial vigente.
Los transportistas, uno de los gremios más afectados porque Estados Unidos no ha cumplido con ese sector dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), indicaron que hasta el momento no es posible cuantificar a cuánto ascenderán los daños para ellos, pero lo que es un hecho, señalaron, es que va en contra de la competitividad.
Los cálculos más recientes de Canacar sobre las afectaciones ocasionadas a ese sector al no poder entrar a las autopistas estadunidenses, refieren cifras superiores a 35 mil millones de dólares.
A decir de la Canacar, el daño anual a los transportistas mexicanos por no poder entrar a territorio estadunidense se estima en 2 mil millones de dólares. Los 35 mil millones de dólares reportados como daños corresponden a los primeros 17 años de vigencia del TLCAN, momento en que presentaron una demanda ante autoridades de Estados Unidos para reclamar la reparación del daño; sin embargo, por restricciones legales de aquel país, en el momento en que les favoreciera alguna resolución les reconocería sólo los últimos tres años de afectación.
El presidente de la Canacar, Enrique González Muñoz, detalló que si bien los empresarios mexicanos buscan tener un TLCAN más moderno y productivo, ello no debe ser a cualquier costo. No se vale que Trump viole los acuerdos comerciales que han prevalecido en la región por tantos años
.
Aseguró que ante un pronunciamiento de esta talla, que atenta contra la competitividad y el comercio de México, el gobierno nacional debe responder con medidas equivalentes a los aranceles impuestos e, incluso, llevar el caso a instancias internacionales de comercio.
Nuestro total apoyo al gobierno mexicano, a la decisión de responder con categoría; estamos de acuerdo que las medidas equivalentes estén en vigor hasta que Estados Unidos cancele el impuesto
, expresó González Muñoz.
Por su parte, los porcicultores consideraron que el gobierno mexicano debe imponer un arancel de 20 por ciento a la carne de cerdo de la Unión Americana.
México le apostó muy bien, al considerar la carne de cerdo como un producto sensible y de alto impacto para Estados Unidos
, toda vez que el país es un importante consumidor de ese alimento que llega de aquel territorio, argumentó el director general de la Confederación de Porcicultores de México, Alejandro Ramírez González.