Habitantes del norte y poniente de la Ciudad de México se manifestaron ayer para exigir un alto a la autorización desmedida de desarrollos inmobiliarios y megaproyectos que han deteriorado los servicios públicos en zonas habitacionales y devastado grandes extensiones de áreas verdes.

En la delegación Gustavo A. Madero, vecinos de la colonia Ticoman bloquearon el cruce de Miguel Bernard y Periférico Norte en protesta por la construcción de negocios y torres de departamentos en el conjunto Atana Lindavista.

Mientras, en la avenida Desierto de los Leones residentes de la delegación Álvaro Obregón con una tocada (musical) pacífica exigieron un alto al proyecto inmobiliario que ha dañado enormes extensiones de áreas verdes en la zona. “Esté es el momento –afirmaron los vecinos– para que quienes piden nuestro voto se comprometan a parar la depredación”.

Rebeca Herrera, vecina, explicó que tienen un censo de 104 obras con irregularidades, que se han edificado en un polígono de 35 colonias. Las construcciones, explicó, han sido denunciadas a todas las autoridades correspondientes, en la delegación Álvaro Obregón, secretarías de Desarrollo Urbano y Vivienda, de Gobierno, sin que hasta el momento tengan respuesta.

Detalló que para construir los proyectos cambiaron el plan delegacional de desarrollo urbano, autorizaron polígonos de actuación, sistemas por cooperación e incluso cambiaron el ordenamiento de la avenida Desierto de los Leones, de secundaria se convirtió en primaria.

La conversión sólo permitió que las nuevas construcciones rebasaran los niveles autorizados por tratarse de una vía primaria. Los constructores intentaron levantar un edificio que supera los 15 pisos, pero fue detenido por los vecinos.

Con música de reggae y apoyados por el comandante Hernández, de los Súper Cívicos, manifestaron que harán mucho ruido para que las autoridades vuelvan la mirada y generen un nuevo plan parcial que acabe con el desorden urbano que impera en la zona.

Por su parte, los vecinos de Ticoman, en Gustavo A. Madero, clausuraron de manera simbólica el proyecto comercial y habitacional Atana Lindavista que fue autorizado pese a que viola los usos de suelo. Posteriormente realizaron un bloqueo de vialidades que generó un severo caos vial en el norte de la capital.