Las universidades no han podido librarse de la violencia, la exclusión y la discriminación en contra de las mujeres, aunque son las instituciones que están en la base del desarrollo económico, social y cultural del país, dijo ayer el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez.

El ombusdman participó en el establecimiento del Observatorio nacional para la igualdad de género en las instituciones de educación superior, que se realizó en Ciudad Universitaria a iniciativa del Centro de Investigación y Estudios de Género (CIEG) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Planteó que no debemos esperar a que un caso de violencia o agravio por motivos de género se vuelva noticia para empezar a actuar y que las instituciones de educación superior no sólo deben ser casas del conocimiento, sino que deben consolidarse como casas del reconocimiento y vigencia de los derechos humanos, del respeto y convivencia pacífica entre las personas, así como de la igualdad sustantiva entre los géneros.

Ana Buquet, directora del CIEG, explicó que los dos objetivos principales del observatorio son, por una parte, conocer cuáles son las condiciones de igualdad de género en las universidades y, por otra, a partir de ese conocimiento poder plantear políticas institucionales para avanzar en los rezagos.

En el observatorio participan el CIEG, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contras las Mujeres (Conavim), la CNDH, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), ONU-Mujeres, y la Red Nacional de Instituciones de Educación Superior Caminos para la igualdad.

El observatorio recopilará información de las universidades para saber si tienen normatividad, cuerpos colegiados, estructuras, planes de desarrollo, programas de estudios y presupuestos diseñados con perspectiva de género. También buscará conocer las tendencias de segregación por sexo de las tres partes de la comunidad universitaria, la estudiantil, la académica y la administrativa.

Busquet comentó que también se quiere saber si las universidades tienen instrumentos para atender los problemas de violencia de género en sus comunidades, entre otros puntos.

Con este instrumento se pretende conocer qué hacen las universidades para conocer la situación de la igualdad de género dentro de sus comunidades, si hacen actividades educativas al respecto, si cuentan con normas y manuales para usar un lenguaje incluyente y no sexista en las comunicaciones oficiales y en la expedición de títulos.

El observatorio funcionará a través de una plataforma web y serán las universidades las que aporten la información. Los primeros resultados serán presentados en octubre.

En la presentación del Observatorio participaron también Alberto Vital Díaz, coordinador de Humanidades de la UNAM; Ángela Quiroga, titular de la Conavim; Marcela Eternod, encargada de la presidencia del Inmujeres; Jaime Valls Esponda, secretario ejecutivo de la Anuies; Belén Sanz Luque, representante de ONU-Mujeres en México, y Lourdes Pacheco Ladrón de Guevara, de la Red Nacional de Instituciones de Educación Superior Caminos para la igualdad.