El proceso electoral más complejo que ha vivido México ocurre en un ambiente de debilidad institucional en el que el Estado mismo es vulnerable frente a diversos grupos delictivos. La apreciación fue hecha en la más reciente reunión de la junta de gobierno del Banco de México (BdeM), de acuerdo con una minuta del encuentro difundida este jueves. El país se mueve en un entorno socio-político adverso, que se ha convertido en un elemento de incertidumbre para la economía, reseña el documento.

Entre los elementos de incertidumbre que la economía mexicana seguirá enfrentando, uno de los integrantes de la junta de gobierno destacó el entorno socio-político adverso en el país. Mencionó expresamente que el proceso electoral que tendrá lugar el primero de julio, además de la exacerbada polarización que genera, impone, por el número de comcios y complejidad de los mismos, un reto institucional sin precedentes históricos para las autoridades electorales y jurisdiccionales que habrán de calificar las votaciones.

La minuta recoge la discusión de la junta de gobierno del banco central hace dos semanas, en la que el órgano colegiado decidió por unanimidad mantener en 7.50 por ciento la tasa de interés de referencia.

El complejo proceso electoral, añade el documento, se da en un ambiente de debilidad institucional en el que el Estado mismo, en particular en algunas regiones del territorio nacional, es vulnerable frente a diversos grupos delictivos. Y cita ejemplos: el número creciente de trenes cargados de mercancías que son atacados cotidianamente, el incremento de tomas clandestinas de combustibles, así como las cifras dadas a conocer por el Instituto Nacional Electoral, que refieren la renuncia de aspirantes a cargos de elección popular para salvaguardar su integridad física y, en casos más dramáticos, pero no escasos, los homicidios de candidatos que se han presentado durante esta campaña.

La minuta menciona que, de acuerdo con integrantes de la junta de gobierno del banco central, la economía mexicana enfrenta riesgos sobre los que no tiene control, como la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte o la reforma fiscal en Estados Unidos.

Sin embargo, destaca la conveniencia de que, una vez realizada la votación del primero de julio, el ganador de la contienda presidencial defina con claridad temas de política económica.

En opinión de uno de los integrantes de la junta, independientemente de quién resulte ser el ganador en la contienda electoral, comienza a generarse la percepción de que las finanzas públicas y la postura fiscal en general pudieran sufrir un debilitamiento, dado que el triunfador de los comicios tendrá que cumplir con diversas acciones y políticas públicas comprometidas en su campaña. Esto es un riesgo muy importante ante la debilidad estructural que muestran las finanzas públicas y que los efectos adversos que pudiera tener se verían magnificados si la calificación del riesgo soberano de México sufriera un deterioro como consecuencia de dicha eventualidad.