Hoy comienza el debate para expulsarlo del gobierno español
Jueves 31 de mayo de 2018, p. 27
Madrid.
En el Congreso de los Diputados y los centros del poder público en España prevalece un ambiente de tensión, ya que en unos días podría darse un viraje histórico en el centro de mando, cuando el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, enfrente una moción de censura, acorralado por los escándalos de corrupción y su debilidad en las encuestas.
En caso de que el relevo en la máxima dirección del país sea aprobado, a partir del próximo lunes el nuevo presidente español sería el socialista Pedro Sánchez.
Todos los grupos parlamentarios se reunieron a dos o más bandas para analizar la situación sobre el incierto panorama en la política española.
En la historia reciente del país, desde la restauración de la democracia, se han presentado tres mociones de censura –en 1980, en 1987 y en 2017–, pero nunca una moción había tenido posibilidades reales de prosperar.
La moción de censura la registró el líder del PSOE, Pedro Sánchez, quien se presenta como alternativa ante un gobierno de Rajoy podrido de corrupción
y acorralado por los numerosos procesos judiciales que afectan a centenares de dirigentes de su partido, además de que recientemente una sentencia de la Audiencia Nacional marcó un hito histórico al condenar por primera vez a un partido político por corrupción y financiamiento irregular.
Dicha sentencia, en la que se concluyó que el PP fue culpable a título lucrativo
de una red de corrupción político-empresarial, conocida como el caso Gürtel, fue el detonante de la moción de censura, presentada sólo dos días después de la aprobación de los presupuestos generales para el próximo ejercicio y con los que Rajoy pensaba que aseguraría el término de la legislatura en 2020.
El PSOE, con 84 diputados, ya tiene el apoyo de Unidos Podemos (67), y el rechazo público de Ciudadanos (32). El resto de grupos parlamentarios mantiene en secreto su postura, entre ellos los 17 diputados de los dos grupos independentistas catalanes. Pero todas las miradas están puestas en los cinco escaños del Partido Nacionalista Vasco, que podrían inclinar la balanza, como hicieron en la aprobación de los presupuestos.
La incógnita se despejará en la votación del próximo viernes, pero en tanto durante el debate que inicia este jueves, se fijarán las posturas y se intentará convencer al resto de grupos de la necesidad de iniciar una regeneración democrática en el país que pasaría, necesariamente, por expulsar del poder a Rajoy y a su partido.