En un intento por recuperar prestigio ante la sociedad, la Cámara de Diputados instaló ayer su comité de transparencia, el cual se encargará de recibir y procesar las solicitudes de claridad y acceso a la información.

El secretario general de la Cámara, Mauricio Farah, sostuvo que ese acto no es un simple trámite, sino un paso para consolidar la transparencia en la Cámara, porque se encargará de clasificar la información y hacer las declaratorias de existencia o de incompetencia.

En medio del desprestigio de la función pública, la transparencia es oportunidad para recuperar el prestigio y organizarnos mejor. Una percepción ciudadana depende de que seamos capaces de transparentar de manera simple, entendible y en un lenguaje ciudadano los datos, indicó.

El presidente del comité es Carlos Olson, titular de servicios administrativos de la cámara, quien fue cuestionado en abril por los asesores de grupos parlamentarios de operar un despido masivo.

Olson se comprometió a hacer del comité un referente de transparencia y rendición de cuentas, que aclare las dudas de cómo se emplean los recursos públicos.

Cada peso que se gaste, que se encuentre a la vista, con un seguimiento puntual por toda persona interesada en conocerla, afirmó.

Y para tratar de ejemplificar cómo funciona la burocracia, citó la historia de una familia que tenía dos perros, uno dedicado a la protección de la casa, y otro holgazán, que murió atropellado cuando huía porque se enteró que se lo iban a echar.