Afectaría a una de las industrias de mayor crecimiento: experto
Domingo 27 de mayo de 2018, p. 21
Los impuestos a los automóviles de importación en Estados Unidos no sólo afectarían a la industria mexicana, sino que la inversión extranjera directa en el país se reduciría entre 4 y 7 mil millones de dólares en los siguientes dos años, consideró José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
El especialista sostuvo que si Washington aplica nuevas tarifas a los vehículos que importa México no sólo se afectará a un sector que más inversión y crecimiento ha tenido en los años recientes, sino que prácticamente la mitad de todo el valor agregado de las empresas que exportan manufacturas asociadas a las grandes cadenas globales de valor en esa industria también se verían afectadas de forma importante.
Ello, sin contar que estados como Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora, es decir, las entidades donde se producen automotores, verían disminuido su crecimiento económico, pues está vinculado a ese sector.
Comentó que no debe dejarse de lado que dicha medida estaría asociada con la potencial aplicación de aranceles en la parte de aluminio y de hierro, que en conjunto podrían dañar las exportaciones del país.
De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), sólo en marzo 68.1 por ciento de los vehículos producidos para exportación terminaron en Estados Unidos y el restante 31.9 por ciento se envió a otras partes del mundo.
De la Cruz advirtió que si se conjugan los aranceles a los autos, así como al hierro y al aluminio, se podría causar la disminución de la inversión directa en entre 4 y 7 mil millones de dólares en los siguientes dos años, mientras el crecimiento económico del país se reduciría un par de décimas, por lo que si éste se estima en 2.3 a 2.5 por ciento, ahora sólo sería de 2.0 puntos porcentuales.
Recordó que la medida tributaria –que podría llegar hasta 25 por ciento– es una estrategia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para presionar las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), como bien ha reconocido el propio mandatario, quien busca que México y Canadá acepten sus condiciones para seguir con el acuerdo comercial. Sostuvo que los dos socios del vecino del norte seguirán en la mesa de negociación aunque Washington aplicara los aranceles.
Agregó que si las sanciones entran en vigor, más allá de que los aranceles al hierro y aluminio se revisen en una semana, el proceso de renegociación del TLCAN se enrarecería y las posturas se exacerbarían, aunque descartó una ruptura y mayor presión sobre México y Canadá.
El director del IDIC destacó que si en la siguiente semana y media Trump no logra cerrar la negociación, terminará la temporalidad para aplicar el fast track que concedió el Senado de su país para negociar el TLCAN, pero el proceso podrá seguir sin que se vea afectado por este problema, aunque advirtió que el cierre puede llegar hasta 2019.