Nuevo Laredo, Tamps.

Si el oficial de la Patrulla Fronteriza que el pasado 23 de mayo dio muerte a una mujer migrante en Río Bravo, Texas, no es sancionado, este tipo de casos aumentará ante la política racista del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró Aarón Méndez Ruiz, dirigente de la Casa del Migrante AMAR.

Al momento se desconoce la identidad de la víctima. Se determinó que era originaria de Centroamérica, y que tres migrantes fueron arrestados por la Patrulla Fronteriza el día del incidente. Por lo pronto, el caso es investigado por el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) y la corporación estatal Texas Rangers.

Méndez Ruiz destacó que luego de que Donald Trump ganó la presidencia de Estados Unidos, se tiene conocimiento por los propios migrantes de que aumentaron los casos de abusos raciales en el país vecino, que van desde interceptar personas por su aspecto latino, hasta golpearlos cuando ya están arrestados.

Lo que pasó ayer (el martes pasado) no es justificable, aunque a los agentes les hayan tirado piedras, no pueden responder a balazos, dijo el dirigente de la Casa del Migrante AMAR, que recibe a cientos de personas deportadas de Estados Unidos..

El 23 de mayo, un grupo de migrantes cruzó sin documentos el río Bravo, llegando a las orillas del poblado que lleva el mismo nombre. Cuando iban a ser arrestados por agentes de la Patrulla Fronteriza, los migrantes huyeron hacia el río, pero uno de los oficiales disparó en la cabeza a una mujer que murió en el lugar, aseguraron testigos.

De acuerdo con un boletín de la Patrulla Fronteriza, los uniformados fueron atacados por los migrantes con objetos contundentes, y uno de los agentes disparó a la mujer, a quien mató.