Identidad entre ser joven y estudiante, aspiración aún lejana
l Día del Estudiante debería ser equivalente al Día de la Juventud. Desgraciadamente no es así. ¿Qué es la escuela (donde los jóvenes se convierten en estudiantes
)? Si atendemos a Dewey, diremos que es una institución social para que los individuos obtengan una oportunidad para escapar de las limitaciones que determinaría el grupo social en que han nacido
. A través de la apropiación de habilidades que proporciona la escuela, los jóvenes podrán insertarse en la dinámica social, de forma tal que adquieran la libertad de moverse al modo de vida que elijan.
Sin embargo, son muy pocos los jóvenes zacatecanos que logran entrar a las aulas universitarias (tres de cada 10), y de éstos, los que logran moverse socialmente son aún menos, porque la escuela no está formando en ellos conocimientos y habilidades para eso. Hay que deshacer varios equívocos de candidatos en campaña: la equidad no se reduce a mayor cobertura, porque la entrada a la escuela no garantiza la movilidad social, y porque para lograr la propia cobertura no basta con ofertar becas. Universalizar la educación implica no sólo ofrecer becas, sino una verdadera estrategia económica para garantizar los ingresos económicos de las familias de los jóvenes pobres que ingresan a las universidades. Y una vez hecho esto, hacer que la escuela sea factor de movilidad social, y esto último sólo se logra con una estrecha coordinación, sincronía o acoplamiento entre el sistema educativo y el sistema económico. Nada sencillo.
Universalizar la oportunidad de pasar por la escuela como lo concibe Dewey implica una política pública compleja. Todos los candidatos quedan a deber en este rubro. Si pudiéramos construir una estrategia económica-educativa integrada con enfoques basados en el desarrollo humano, podríamos tener esperanza de que la universalización de la educación superior se convirtiera en la clave para el desarrollo nacional. Pero eso aún no pasa: jóvenes
y estudiantes
son categorías aún distintas y lejanas: ajenas. Una aspiración.