Viernes 25 de mayo de 2018, p. 2
Washington.
Investigadores estadunidenses desarrollaron un sensor equipado con una bacteria genéticamente modificada que se puede ingerir para diagnosticar sangrado en el estómago u otros problemas gastrointestinales.
De acuerdo con un estudio publicado este jueves en la revista Science, el proyecto combina sensores de células vivas con electrónica de ultra bajo poder que convierte la respuesta bacteriana en una señal inalámbrica que puede leerse con un teléfono inteligente.
Al combinar sensores biológicos modificados con electrónica inalámbrica de baja energía, podemos detectar señales biológicas en el cuerpo y en tiempo casi real permitir capacidades de diagnóstico para aplicaciones de salud humana
, explicó Timothy Lu, profesor asociado de ingeniería biológica del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y uno de los autores del artículo.
Probado en cerdos
Según el trabajo, los sensores pueden responder al hemo, componente de la sangre, y funcionan en cerdos. Los científicos también diseñaron sensores que pueden responder a la molécula tiosulfato, marcador de inflamación.
Con anterioridad, los biólogos sintéticos diseñaron bacterias que responden a estímulos como contaminantes o marcadores de enfermedades y producen luz, pero normalmente se requiere equipo de laboratorio especializado para medir esta respuesta.
Nuestra idea fue empaquetar las células bacterianas dentro de un dispositivo
, señaló Phillip Nadeau, otro de los autores y ex estudiante de posdoctorado del MIT.