e acuerdo con la información oficial, el avance inflacionario tiende a moderarse y a mediano plazo su cota retomaría los niveles previstos por el Banco de México (máximo 4 por ciento anual) aunque los precios de la canasta básica –de consumo mayoritario– se mantienen sustancialmente por arriba del indicador general.

En abril el Índice Nacional de Precios al Consumidor reportó un descenso mensual de 0.34 por ciento, para una inflación anual de 4.55 por ciento. En el caso de la canasta básica, los costos registraron una disminución mensual de 1.03 por ciento y un incremento anual de 6.20 por ciento.

En este contexto, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados analiza el tema, y de sus observaciones se toman los siguientes pasajes. En abril de 2018, la reducción mensual de los precios al consumidor (–0.34 por ciento) obedeció, principalmente, al decremento del valor de los energéticos (electricidad y gas doméstico LP), otros servicios (turísticos en paquete y trasporte aéreo); las frutas y verduras (plátanos, limón, tomate verde y zanahoria) y los pecuarios (huevo).

Los tres productos más importantes que presentaron una incidencia significativa sobre el nivel de la inflación fueron la gasolina de bajo octanaje, con un incremento mensual de 0.55 por ciento y una contribución de 0.032 puntos porcentuales sobre la inflación; la vivienda propia, que aumentó 0.20 por ciento e implicó un traspaso de 0.024 puntos; y los restaurantes y similares, que se elevó 0.45 por ciento y aportó 0.016 puntos. Estos tres productos propiciaron, en conjunto, un alza mensual de 0.072 por ciento.

Lo anterior fue contrarrestado por la caída del precio de la electricidad que descendió 13.86 por ciento y contribuyó con –0.333 puntos; la disminución de 5.80 por ciento del gas doméstico LP, que aportó –0.118 puntos; y por la reducción del costo de los servicios turísticos en paquete, que cayó 8.86 por ciento, colaborando con –0.053 puntos. Así, en agregado, auxiliaron con –0.504 puntos.

La inflación general anual llegó a 4.55 por ciento en abril de 2018, por abajo de la registrada un año atrás (5.82 por ciento), de la de diciembre de 2017 (6.77) y de la prevista por el sector privado (4.63); pero por arriba de la de diciembre de 2015 (2.13, la más baja en la historia del indicador).

No obstante que se acercó al objetivo de inflación, presenta 19 meses consecutivos por arriba de éste y 16 por encima del límite superior del intervalo de variabilidad (2-4) determinado por el Banco de México (BdeM).

El sector privado prevé que la inflación general anual baje y concluya 2018 en 3.98 por ciento con relación al cierre de 2017 (6.77 por ciento) y es menor a lo que esperaba en la encuesta pasada (4.07). Así, la expectativa inflacionaria disminuyó y se acercó al objetivo, además de que se ubicó dentro del intervalo de variabilidad del banco central después de haberse encontrado tres meses por arriba del límite superior.

Para finales de 2019 los especialistas anticipan que continúe dándose un menor incremento de precios, al ubicar la inflación general en 3.65 por ciento, en comparación con el anunciado para 2018 (3.67 por ciento en la encuesta de marzo pasado); así, se prevé que la inflación baje, pero continuará por encima del objetivo, aunque dentro del intervalo de variabilidad.

BdeM anticipó que la inflación general anual continuará disminuyendo y que se aproxime, a lo largo del año, hacia el objetivo de 3 por ciento alcanzándolo en el primer trimestre de 2019, manteniéndose alrededor de dicho valor en lo que resta de ese año, ello teniendo en cuenta un comportamiento ordenado del tipo de cambio, de la ausencia de presiones provenientes del mercado laboral y una reducción importante de la inflación no subyacente durante 2018.

En lo que toca a la variación porcentual anual del Índice Nacional de Precios al Consumidor de la segunda quincena de abril de 2018, ésta fue más baja que la mensual al llegar a 4.41 por ciento, inferior a la que se observó en la primera quincena de abril de este año (4.69), a la de la segunda quincena del mismo mes de 2017 (6.01) y a la de la segunda quincena de diciembre de 2017 (6.85, su máximo reciente).

Por otra parte, en el cuarto mes de 2018, el Índice Nacional de Precios Productor Total, excluyendo petróleo, tuvo un alza anual de 4 por ciento, y si bien fue menor a la que registró un año atrás (8.75), se posicionó por arriba de la del mes inmediato anterior (3.64). Por otra parte, el aumento anual de dicho indicador estuvo por abajo del que exhibió el Índice Nacional de Precios al Consumidor (4.55 por ciento).

Los tres productos que tuvieron una incidencia significativa sobre el nivel de los precios al productor fueron la edificación residencial, con un incremento mensual de 1.32 por ciento y una contribución de 0.059 puntos porcentuales; el autotransporte de carga general, que aumentó 1.19 por ciento e implicó un traspaso de 0.051 puntos; y la carne de ave en corral, que se elevó 3.22 por ciento y aportó 0.029 puntos. Estos tres productos propiciaron, en conjunto, un aumento mensual de 0.139 puntos porcentuales a los precios al productor.

Las rebanadas del pastel

En un concurso de cretinismo a Javier Lozano Alarcón le impedirían participar por abusivo. Pero con eso de que al chapulín poblano le gusta discriminar a los viejitos, tendría que ser congruente y reclamar a Enrique Peña Nieto por qué tiene un gabinete mayoritariamente compuesto por funcionarios de edad avanzada (58 por ciento de los titulares de las secretarías de despacho –11 de 19– superan los 60 años; por cierto, el vocero de Meade cumplirá 56 años el próximo noviembre, de tal forma que chamaco, lo que se llama chamaco, pues ni de lejos). ¿Quiénes son los viejitos –versión Lozano Alarcón– que, por su edad, no deberían manejar al país? Pues bien, los titulares de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda (70 años); Marina, Vidal Francisco Soberón Sanz (65); Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Rosario Robles (62); Energía, Pedro Joaquín Coldwell (68); Economía, Ildefonso Guajardo (61); Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza (69); Función Pública, Arely Gómez, 66; Educación Pública, Otto Granados (62); Salud, José Narro Robles (70); Trabajo, Roberto Campa (61); y Cultura, María Cristina García Cepeda (72). Pero el bufón prianista asegura que los viejitos están en otra parte.

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