Guadalajara, Jal.

Andrés Manuel López Obrador, de gira por tres municipios de Jalisco, señaló ayer que además de las mentiras que se difunden acerca de que está enfermo, ahora lo acusan de estar en contra de la Virgen de Guadalupe, esto como parte de una campaña vil y sucia para afectarlo.

“Yo quiero decirle a todos los ciudadanos que en nuestro movimiento hay católicos, evangélicos, librepensadores, millones (de cada uno). Somos respetuosos de la libertad de creencia; en mi caso, yo como decía Ignacio Ramírez El Nigromante, me hinco donde se hinque el pueblo, respeto la religión del pueblo”, expresó el candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia.

Agregó: Lo que buscamos es que nuestro pueblo salga de la pobreza; queremos que triunfe la justicia sobre el poder. Somos respetuosos de todas las religiones, yo estoy muy consciente de que el pueblo de México tiene veneración por la Virgen de Guadalupe como tiene veneración por (Benito) Juárez, como tenemos los mexicanos veneración por las madres y por nuestra patria.

El político tabasqueño manifestó, en Ciudad Guzmán, que nunca ofendería las libertades de culto religioso del pueblo mexicano, pues su lucha es para construir una auténtica democracia, no para hacer una dictadura.

Asimismo, calificó de falsa la información sobre su mal estado de salud difundida por este periodista (Pablo Hiriart) que fue jefe de prensa de (Carlos) Salinas de Gortari, es un amigo cercano de él.

Refirió que “ha dicho que me atiende el mismo (médico) que me atendió cuando me dio el infarto (...) Dice que me tienen que inyectar cada 15 días, no es cierto, está mintiendo. No voy a ver al médico desde hace seis meses, aunque la verdad no lo celebro, tengo tache, porque todos debemos –cuando se tiene un infarto– atendernos periódicamente, pero desde hace seis meses no veo al médico”.

López Obrador explicó que a la prensa que lo acompaña le consta el ritmo que lleva. El viernes nos levantamos como a la 4 de la mañana, nos fuimos a Oaxaca, luego a la Mixteca, dos actos; regresamos a Oaxaca, volamos a Ciudad de México y de ahí tomamos otro vuelo y llegamos a Guadalajara a las 12 de la noche, presumió, sonriente.

Después, en Tlajomulco, tuvo un mitin más concurrido, con miles de personas en un municipio considerado bastión del partido Movimiento Ciudadano, cuyo candidato a gobernador es Enrique Alfaro.

En Jocotepec, junto al contaminado lago de Chapala que dijo será uno de los primeros problemas que atenderá, también afirmó que me ando frotando las manos para llegar a la Presidencia a cortar el copete de privilegios que hay en el gobierno, los sueldos de ahora de los altos funcionarios que se dan la gran vida, indicó.

Será, dijo, en estricto apego al artículo 127 de la Constitución, que dijo establece que ningún funcionario podrá ganar más que el presidente de la República.

Cuando yo me baje el sueldo a menos de la mitad, de ahí para abajo todos (...) No va a haber prepotencia, fantocherías, nada de la parafernalia de poder; vamos a actuar como lo decía Juárez: que el funcionario aprenda a vivir en la justa medianía.

En la víspera del segundo debate presidencial, la prensa local le preguntó: ¿Cómo se siente un día antes del debate?

Tranquilo, sereno moreno. A ver cómo se portan, vamos a esperar. Lo que me dice la gente es que no me enoje, más ahora que dicen que estoy enfermito (ríe), me dicen que no me conviene hacer coraje. Entonces, no hay que enojarse, concluyó.