Spike Lee dedicó su galardón a la República Popular de Brooklyn de Nueva York
Domingo 20 de mayo de 2018, p. 7
Cannes.
La crónica familiar Shoplifters, del consagrado director japonés Hirokazu Kore-Eda, se alzó ayer con la Palma de Oro del festival de Cannes, que premió igualmente a Spike Lee por su filme en clave de resistencia a Donald Trump y a la libanesa Nadine Labaki.
El cierre de la edición más feminista del certamen tuvo asimismo a una inesperada protagonista, la italiana Asia Argento, una de las actrices más destacadas del movimiento #MeToo.
En 1997 fui violada por Harvey Weinstein en Cannes. Tenía 21 años
, dijo la actriz. El productor estadunidense nunca más
será bienvenido al festival, añadió, al tiempo que se informaba que el realizador francés Luc Besson había sido acusado de violación por una actriz.
Palma compartida
La Palma de Oro, otorgada por el jurado que presidió Cate Blanchett, será difícilmente cuestionada este año. Unánimemente aplaudida por la crítica, Shoplifters, quinto filme en competición de Kore-Eda, retrata minuciosamente a una familia recompuesta que se dedica a robar en las tiendas.
Kore-Eda quiso compartir
su premio con los dos cineastas que no pudieron presentar sus filmes seleccionados en Cannes: el ruso Kirill Serebrennikov (Leto), quien está bajo arresto domiciliario, y el iraní Jafar Panahi (Three faces), que tiene prohibido salir del país.
De regreso a La Croisette, el militante Spike Lee, de 61 años, se alzó con la segunda recompensa por BlacKKKlansman, basada en la historia real de un policía afroestadunidense infiltrado en el Ku Klux Klan. El filme, lleno de humor y acción, es un alegato contra el racismo y Donald Trump.
Al recibir el premio, Lee lo dedicó a la República Popular de Brookyln de Nueva York
y advirtió contra el dirigente republicano en este año que vivimos peligrosamente
.
La libanesa Nadine Labaki, una de las tres mujeres en competencia entre 21 cineastas, fue galardonada con el Premio del Jurado por Cafarnaúm, convirtiéndose así en la duodécima mujer en recibir un galardón de peso en el certamen francés.
Se trata, sin duda, de la película más enternecedora del festival y una de las más aplaudidas: un niño que vive en la miseria en las calles de Beirut demanda a sus padres por haber nacido. El actor es un refugiado sirio de 13 años que se las ingenia para sobrevivir junto a un bebé al que le ha tocado cuidar.
La infancia mal querida es la base de los males de este mundo
, dijo la también directora de Caramel al recibir el premio junto al joven actor, Zain Al Rafeea. No podemos seguir ciegos ante el sufrimiento de estos niños
, agregó.
Asimismo, en esta edición fueron recompensados dos intérpretes hasta ahora desconocidos. La kazaja Samal Yeslyamova interpreta en Ayka, del ruso Serguéi Dvortsevoy, a una inmigrante ilegal kirguís que debe traicionar algo tan intrínseco como su instinto maternal y abandonar a su recién nacido en Moscú, ciudad que la ignora y la maltrata.
El italiano Marcello Fonte, en cuyo currículum destaca un papel de figurante en Pandillas de New York, de Martin Scorsese, fue recompensado por su actuación en Dogman, de Matteo Garrone, como peluquero canino, enclenque, bonachón y sin agallas, que es arrastrado a un infierno por un amigo malhechor.
Jean-Luc Godard, leyenda del cine francés, se llevó una Palma de Oro especial por Le livre d’image, filme hermético que reflexiona sobre el mundo actual.
El premio a la mejor dirección lo recibió el polaco Pawel Pawlikowski por Guerra fría, una historia de amor entre una bailarina de folclor y su director, ambientada a lo largo de varias décadas en la Polonia de posguerra y París.
Ex aequo, la italiana Alice Rohrwacher y los iraníes Panahi y Nader Saeivar fueron recompensados respectivamente con el premio al mejor guión por Lazzaro felice y Three faces. La hija de Panahi recogió el premio.