Control deficiente de los factores de riesgo, la causa: Carlos Fernández Barros
Sábado 19 de mayo de 2018, p. 29
Cancún, QRoo.
La mitad de las personas que han tenido un infarto al corazón, presentarán otro evento similar en el transcurso de los siguientes diez años, en su mayoría por un deficiente control de factores de riesgo, advirtió Carlos Fernández Barros, miembro de la Sociedad Mexicana de Cardiología.
Este fenómeno contribuye a la elevada mortalidad por males cardiovasculares, los cuales representan la cuarta parte del total de defunciones en México. En 2016, más de 175 mil personas perdieron la vida por estos padecimientos, y de ellos 90 por ciento se originaron por colesterol elevado, es decir, acumulación de grasa en las arterias.
El especialista participó en la Cumbre Sanofi que reunió a cerca de 500 médicos especialistas en cardiología y endocrinología.
Aquí, Fernández Barros presentó una nueva herramienta para la medición del riesgo de infarto en individuos que ya han presentado este problema de salud. Entre los indicadores que se toman en cuenta están si el paciente tiene diabetes, hipertensión arterial, fuma o es mayor de 75 años.
Con estos datos es posible determinar las posibilidades reales que tiene de lograr el control de su colesterol en la sangre y, por lo tanto, de disminuir el nivel de riesgo de un nuevo infarto al miocardio.
Comentó que la herramienta se diseñó en 2016 y desde entonces se han efectuado estudios para validarla y confirmar su utilidad para predecir cómo evolucionará cada paciente de acuerdo con su condición particular.
Las enfermedades cardiovasculares representan un grave problema de salud. De acuerdo con la Encuesta de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016, menos de la mitad de los adultos en México se ha realizado alguna prueba para medir sus niveles de colesterol; de estos, 28 por ciento sabía que lo tenía elevado.
Otro gran porcentaje
desconoce que tiene la enfermedad y, por lo tanto, el riesgo de presentar un infarto. Eso también se ve en los hospitales, pues sólo una tercera parte de quienes llegan a causa de este padecimiento sabían que sus niveles de colesterol estaba elevado, sostuvo Fernández.
Eso explica que la enfermedad isquémica del corazón sea la principal causa de muerte cardiovascular. Y se agrega, para los que sobreviven, que casi la mitad tiene diabetes, más de 60 por ciento es hipertenso y también más de 60 por ciento fuma.
Otro dato que revela la gravedad de este problema es que 24 de cada cien decesos son de individuos que tienen menos de 65 años.
La nueva herramienta de medición de riesgo de un segundo infarto proporciona al médico tratante información sobre las metas alcanzables en los niveles de grasa en la sangre. En función de eso se puede establecer el tratamiento acorde a cada paciente, explicó Fernández Barros.