En el reciente caso de hackeo a diversas instituciones bancarias todavía no es posible saber si hubo afectaciones concretas a los datos personales de los usuarios, pero sí se demuestra que los sistemas tecnológicos no son totalmente seguros, y menos aun si los propios ciudadanos entregan su información sin estar conscientes del riesgo que ello implica.

Así lo afirmó el comisionado presidente del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), Francisco Javier Acuña Llamas, quien señaló que este organismo público todavía se encuentra a la espera de que le compartan mayores datos sobre el caso para determinar si le corresponde tomar alguna acción.

Las tecnologías de la información nos demuestran que nada hay absolutamente seguro. Las construcciones humanas siempre tienen algún posible efecto de vulneración o debilidad, por eso tiene que haber esquemas para evitar que se lleven a cabo las peores consecuencias, indicó, tras participar en la firma de un convenio de adhesión del Inai a programas de igualdad de género.

Al preguntársele si los datos personales de la gente están menos seguros de lo que se piensa, Acuña puntualizó que éstos corren peligro en la medida en que nosotros mismos los proporcionamos de manera permanente y sin mayor preocupación. Aun estando en resguardo, siempre puede venir un agente externo a alterar el esquema. En un mundo dinámico donde nada se detiene, todos podemos temer que haya una relativa inseguridad.

El funcionario dijo que hasta el momento sigue en espera de que organismos como la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) o el Banco de México, le compartan mayor información sobre los hackeos para saber si les corresponde intervenir por afectaciones a datos personales de los clientes de la banca.