Este sábado, única función de la obra en el Teatro de la Ciudad
Miércoles 16 de mayo de 2018, p. 8
El niño Wahab es testigo de la guerra, los bombardeos y atrocidades que ocurren en Líbano, los cuales lo obligaron a dejar ese territorio.
La obra Camino para recuperar mi rostro, adaptación para teatro de la novela autobiográfica Rostro recuperado, de Wajdi Mouawad, narra el primer momento en que Wahab (alter ego del autor) se halla en la guerra en Líbano, en 1973, hasta que 12 años después muere su madre en Canadá, explicó el dramaturgo y director Hugo Arrevillaga.
Arrevillaga, quien también estuvo a cargo de la adaptación, detalló: Es la historia de Wahab, un joven que al cumplir 14 años deja de reconocer el rostro de su madre. Desde ese momento comienza a deambular por dos países distintos y varias geografías, tanto físicas como del alma, perdido y extraviado
.
Algunos años después, en el lecho de muerte de ella, debe enfrentarse a sus más grandes miedos: la guerra y la muerte, para recuperar el rostro de su madre y forjar su propia identidad
.
Explicó que tomó la decisión de dividir la obra porque me parecieron temas fundamentales para explicar el exilio de Wajdi, desde que cumplió siete años
.
Antes, él escapó de casa y se adentró por un camino boscoso sin importarle que su familia estuviera evidentemente preocupada por su paradero. Esta aventura le permitió encontrarse totalmente solo, pero también dialogar y convivir con personas que en otra circunstancia no habría conocido
.
Esta historia es entrañable
, porque marcó al personaje de manera profunda como artista y ser humano, lo cual retomé para este montaje
. El texto fue traducido por Humberto Pérez Mortera y Nadxeli Yrízar Carrillo. En el reparto están Christian Hansel, David Grimaldo, Elena del Río y Paulina Álvarez.
Esta versión, que se estrenó en 2017, cuenta con nueva iluminación y fue reducida a dos horas y media, pues la anterior duraba alrededor de cuatro horas.
El discurso de la obra podría sintetizarse con una frase de Mouawad: La flecha inventa su blanco en el trayecto. Es decir, uno tiene que salir a caminar para encontrarse con su identidad y destino. El personaje, en sus diferentes edades, ofrece puntos de vista particulares sobre su búsqueda cotidiana y apasionada
. “Me gusta compartirla con los jóvenes debido a la lucha del personaje por recuperar –pese a la adversidad y las circunstancias económicas– su vocación y hacer lo que le parece más justo para su vida, en este caso su pasión por el arte”.
Camino para recuperar... se presentará, en única función, el sábado 19 de mayo a las 19 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro Histórico, cerca del Metro Allende).