La magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Janine Otálora, sostuvo que combatir la corrupción es uno de los principales desafíos para el país, pues se ha convertido en un cáncer social que agravia a la sociedad, frena el desarrollo nacional y genera desconfianza hacia las instituciones y la democracia como sistema de gobierno.

En el contexto de la inauguración del Curso de Control Interno en ese tribunal, Otálora aseveró que los candidatos y partidos están llamados a escuchar el clamor social de combatir los actos de corrupción para dar certeza y futuro a la democracia mexicana.

A su vez, la secretaria de la Función Pública, Arely Gómez, señaló que el combate a este comportamiento ha sido una decisión de Estado que derivó en la creación del Sistema Nacional Anticorrupción, que se ha convertido en un entramado institucional para prevenir, investigar y sancionar esta práctica. Sin embargo, admitió que su puesta en marcha no se traduce en automático en un cambio visible para la sociedad, sino que involucra un proceso para su consecución.

En el auditorio de la sede del TEPJF, Otálora aseguró que la corrupción no distingue niveles de gobierno, zonas geográficas ni preferencias partidistas, sino que se ha traducido en una percepción generalizada de la sociedad sobre su persistencia.

A escala nacional, según una reciente encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 91 por ciento de la población considera que este fenómeno se registra de manera frecuente o muy frecuente en su entidad. Agregó que según el índice de medición sobre la percepción de la corrupción elaborado por Transparencia Internacional, México tuvo una calificación de 29 puntos, en el que cero es muy corrupto y 100 es nada corrupto. Eso lo ubica en el lugar 135 de 180 países donde se realizó la medición.