Ante las denuncias vecinales, la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT) documentó que un sinnúmero de establecimientos mercantiles, entre ellos restaurantes, bares y cafeterías, ubicados en casonas de las colonias Roma y Condesa tramitaron permisos para operar con certificados de uso de suelo apócrifos, con supuestos derechos adquiridos que no existen.

Mario Rodríguez, del comité de la colonia Roma, aclaró que no están en contra de la apertura de negocios, siempre y cuando cumplan con lo que marca la ley, pero señaló que existe la posibilidad de que soliciten el cambio de uso de suelo y que sea sometido para su aprobación a la Asamblea Legislativa (ALDF), sin caer en un ilícito.

Consideró que tras comprobarse las irregularidades, las autoridades deben revocar los permisos o licencias de funcionamiento y sancionar a los responsables.

Desde principios del año pasado, los comités vecinales de ambas colonias solicitaron que se investigara la proliferación de establecimientos mercantiles en lugares donde el uso de suelo siempre ha sido habitacional, tras realizar una investigación con información obtenida vía transparencia en la que identificaron que habían sembrado documentación apócrifa en los expedientes de la delegación Cuauhtémoc para obtener el permiso de operación.

A la fecha se ha corroborado está práctica en al menos 15 negocios ubicados en las calles Zacatecas, Orizaba, Colima, Coahuila, Durango y Mérida, pero se tienen enlistados otros 40 establecimientos que invariablemente utilizaron certificados de uso de suelo emitidos por el entonces Departamento del Distrito Federal, signados por el arquitecto Roberto Rocha García, que no aparecen en los archivos de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi).

Entre las resoluciones de la PAOT se encuentra el de una cafetería ubicada en Orizaba 143, con venta de bebidas alcohólicas, cuyo giro se encuentra prohibido. Para su apertura se presentó un certificado con derechos adquiridos, que corresponde a un predio de la colonia Moctezuma, en la delegación Venustiano Carranza.

Otro caso es el establecimiento en Tonalá 133, que en el catastro y padrón de la Secretaría de Finanzas está como de uso habitacional, pero abrió sus puertas en 2016 como restaurante con bebidas alcohólicas con una constancia de zonificación de uso del suelo número 18348, que no está en los archivos de Seduvi, por lo que no valida la autenticidad y legalidad de dicho documento.