Sábado 12 de mayo de 2018, p. 6
La Habana.
Acostumbrado a recibir orquestas de salsa, el salón Rosado de La Tropical Benny Moré de La Habana se inundó ayer con jóvenes de camisetas oscuras y tatuajes. La mítica banda de metal y punk estadunidense Suicidal Tendencies aterrizó en la isla por primera vez.
Se trata de un público especializado. Una banda de los años 80 de crossover –trash metal con hardcore punk– tocó en la tierra de la rumba, el son, el mambo y el guaguancó. Tiene cientos de seguidores, detalle que emociona al vocalista Mike Muir.
Estar aquí es muy surreal. Es una experiencia sorprendente
, dice. El primer show lo dieron el lunes pasado en Holguín. “La gente me decía que era el mejor día de sus vidas, Y ser parte de eso: boom, te golpea. La gente me decía: nunca pensé que te vería aquí”, cuenta.
Cuba, en medio de su apertura, ha dejado pasar al rock, aquella música engendrada por su enemigo de la guerra fría. El 1.2 millones de personas que en 2016 acudió a un show gratuito de la banda inglesa Rolling Stones es clara evidencia del fenómeno.
Un sueño realizado
¿Quién es el gestor de esta hazaña? Su baterista, Dave Lombardo, nacido en Cuba, crecido en Estados Unidos, considerado por la crítica como uno de los mejores de esta era. Su paso por bandas como Slayer, Testament o The Misfits dan fe.
Es considerado como el precursor del doble bombo en una batería. Sus padres cubanos tienen mucho que ver con su talento y él lo reconoce.
Puedo tocar fácilmente música rock, porque entiendo la música cubana, que es complicada... las congas, los batá (tambores), tú sabes, los ritmos son muy complicados, entonces, aprender eso me ha ayudado a ser el baterista que soy
, señala.
Tocar en Cuba es un sueño haciéndose realidad
, agrega con entusiasmo. De las tensas relaciones entre sus dos países no habla. Él es músico, aclara.
A Suicidal Tendencies la completan el histórico Dean Pleasants en la primera guitarra, Jeff Pogan en la segunda y el bajista chileno Ra Díaz.