Para revertir la tendencia que impide a la mayoría de las personas en condición de pobreza aspirar a mayores ingresos, como lo señaló el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), no basta con integrar a la formalidad al comercio ambulante o incrementar créditos, sino que es necesario una reforma en materia fiscal para tener una mejor recaudación entre la población de mayor riqueza económica, sostuvo la diputada federal de Morena, Araceli Damián.

En tanto, en el Senado consideraron que el informe presentado es la mejor radiografía de la profunda tragedia que vive el país, donde la mayoría de los mexicanos no tienen ninguna posibilidad de desarrollo ni de salir de la pobreza”, según lamentó el senador Alejandro Encinas. Coincidió con legisladores de PT-Morena, PAN y PRD en que se requiere un cambio de modelo económico con el fin de acabar con la excesiva concentración de la riqueza.

Pese a que el modelo se agotó, este dogmatismo, esta terquedad de los políticos neoliberales de sostenerlo es lo que ha llevado a un mayor deterioro de la calidad de vida de la población. Por ello se requiere cambiar y que el motor sea el desarrollo del mercado interno y la posibilidad de prosperidad de los mexicanos. Ésa es la gran ventaja de la alternancia que se avecina en el país, resaltó.

En San Lázaro, Damián recalcó que recurrir a la formalidad termina en empleos mal pagados, por lo que se requiere impulsar a los pequeños negocios y no a monopolios. Hay forma de revertirlo, lo que pasa es que el actual sistema político no permite condiciones para que se dé el progreso. El estudio muestra que el modelo económico no dio frutos, habría dado una situación más positiva, pero siempre se favoreció a sectores muy reducidos de la población, a empresarios muy ricos.

Sobre la conclusión de que siete de cada 10 mexicanos nacidos en familias de menores ingresos permanecerá en la pobreza hasta su muerte, la diputada morenista agregó que uno de los factores que ha impedido a la población poder aumentar sus ingresos es la reforma laboral, ya que permitió vender a la población como mano de obra barata, pero sin poder competir con potencias como China.

El senador del PT-Morena, Luis Humberto Fernández, expuso que es doloroso el panorama que pinta ese reporte del CEEY, donde se da cuenta del fracaso de la política social y muestra con gran claridad la urgencia de una nueva estrategia, luego de que las fórmulas neoliberales no funcionaron en ninguna parte del mundo.

Dijo que los programas sociales no han logrado sacar a nadie de la pobreza en México, mientras que en Asia y Africa si se ha logrado. El fracaso se debe en gran parte a la corrupción y al manejo clientelar de los mismos.

Por separado, el senador panista Francisco Búrquez Valenzuela dijo que para que haya movilidad social se requiere crecimiento económico y México tiene 50 años en que crece uno por ciento per cápita real, es decir, nada. Dijo que no sólo para la población de menores recursos, sino para la mayoría de la población no hay oportunidades ni trabajo. El legislador difirió de las propuestas del CEEY: La solución es liberar la economía, no cobrar más impuestos, opinó.