Ningún país produce todo lo que consume, y esto es un mito que hay que romper. Aspirar a la autosuficiencia alimentaria no tiene sentido ni razón; ha sido una política del pasado equivocada, sostuvo el presidente Enrique Peña Nieto ante los integrantes del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), a quienes resaltó los avances en el sector durante su administración.

Hoy, dijo, el país vende 20 por ciento más de lo que importa en el ramo agroalimentario y desde 2016 es el principal proveedor de alimentos de Estados Unidos. Entre 2012 y 2017 las exportaciones de ese sector crecieron casi 60 por ciento, superando 138 mil millones de dólares, y su crecimiento real acumulado es de 13.6 por ciento.

Asimismo, expuso, el crédito para el campo sumó casi 1.7 billones de pesos, 57 por ciento más –en términos reales– que en los primeros cinco años de la administración de Felipe Calderón. México ha avanzado en la ruta correcta para ubicarse como potencia agroalimentaria, aseguró.

Así, cuando el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador ha insistido en que, de ganar los comicios, impulsará una política en el campo para hacer autosuficiente a México en la producción de alimentos, Peña planteó: “la realidad es que hoy ningún país produce todo lo que consume. Y este es un mito que hay que romper. Aspirar a lo que ha sido casi un mito o un hito por alcanzar que francamente –en un mundo globalizado– no hace sentido ni razón; auténticamente ha sido una política del pasado equivocado”.

Para el mandatario, los países deben aspirar –y es donde México está inserto y lo ha logrado– a garantizar disponibilidad de alimentos mediante una fuerte producción interna y comercializando con el resto del mundo en términos favorables.

A poco más de seis meses de concluir el sexenio, el gobierno federal y el CNA convinieron en lanzar una estrategia de apoyo a los jornaleros agrícolas, para asegurar mejor calidad de vida a los 2.5 millones de trabajadores migrantes del campo –9 millones, incluyendo a sus familias–, ciudadanos mexicanos que merecen oportunidades de vida digna en cualquier parte de la geografía nacional, indicó Peña.

En la clausura de la asamblea anual del CNA, cuyos directivos le entregaron un reconocimiento por su impulso al campo, el mandatario asumió la existencia de dos escenarios en el agro mexicano: uno moderno y tecnificado, y otro con baja productividad e ingresos. En algunas regiones del país, sobre todo en el centro, occidente, el Bajío y el norte, la pobreza ha dejado de ser el rostro del campo, porque existe mayor dinamismo, crecimiento económico, transformación y desarrollo.

Pero, admitió, en la región sur-sureste, en entidades como Guerrero, Oaxaca y Chiapas, todavía prevalecen condiciones de pobreza, muchas de ellas asociadas al sector agropecuario. Por eso debemos cambiar esta doble realidad que México vive; cerrar esas brechas de desigualdad.

Visión de Estado

Habló entonces de las políticas impulsadas en este sexenio para revertir las condiciones del agro en toda la geografía nacional, con medidas como la reorientación de los apoyos federales y donde Proagro apoya ya a 2.3 millones de jornaleros que cultivan 13 millones de hectáreas; mejorar los ingresos de los pequeños productores y el impulso a la generación agropecuaria en el sur del país, donde parte de la estrategia se ubica en las Zonas Económica Especiales.

A su vez, Bosco de la Vega, presidente del CNA, no escatimó elogios al Presidente por su visión de Estado, impulso a las reformas estructurales, construcción de infraestructura, combate a la delincuencia y otros avances.

También le reconoció su digna, inteligente, prudente y contundente defensa de México ante las insistentes, constantes e imprudentes agresiones del presidente Donald Trump.

Sobre el Tratato de Libre Comercio de América del Norte, dijo que su renegociación debe hacerse a partir de lo construido en 1994, es decir, no aceptamos cuotas ni aranceles en los intercambios comerciales de América del Norte. Previó exportaciones agropecuarias por 35 mil millones de dólares en 2018.