Barcelona.

Con el Barcelona proclamado ya campeón de Liga y el Real Madrid en una nueva final de la Champions League, los dos grandes equipos españoles protagonizaron un aguerrido clásico que tuvo grandes goles y polémica arbitral, pero que reflejó su igualdad con un empate 2-2.

Pese a jugar con 10 hombres en el complemento, los azulgrana lograron revertir la dinámica de un duelo que los blancos dominaron en la primera parte, después del gol inicial de Luis Suárez. El Real Madrid igualó el marcador en dos ocasiones, pero no logró vencer a los monarcas, que siguen invictos en la Liga.

Por más que el título ya estaba decidido, el choque de la fecha 36 estuvo lejos de ser descafeinado. La afición olfateó un gran partido y el Camp Nou se llenó: más de 97 mil espectadores.

Zinedine Zidane, técnico merengue, salió con su 11 de gala, Varane y la BBC incluidos. Fue el último clásico de Andrés Iniesta con el Barcelona, por lo que Ernesto Valverde, en el banquillo local, hizo lo propio e incluyó al Mago.

El organizador espontáneo de la fiesta fue el zaguero Gerard Piqué, quien ante la negativa del Real Madrid a hacerles el pasillo, micrófono en mano, lo organizó: Pedimos al cuerpo técnico que nos haga el pasillo. Este es el pasillo de los hombres que quieren al Barça, proclamó entre la algarabía en el graderío.

La plantilla dio una vuelta de honor en medio de una improvisada fiesta donde el más aclamado fue Iniesta, quien declaró: Lo he saboreado desde el minuto uno. Es el primer partido después de haber conseguido el campeonato y tocaba celebrarlo de alguna manera. Advirtió que seguimos con nuestro reto de acabar la liga sin perder ningún partido.

El juego tuvo intensidad desde el inicio. Animados por el mosaico y los gritos de ¡campeones, campeones! con los que la hinchada culé recibió a los suyos, los azulgrana se adelantaron al minuto 10 con un golazo de Luis Suárez. Desde el área grande y sin dejar que el balón tocara el césped, el uruguayo remató un centro de Sergi Roberto.

El Real Madrid igualó con un gol de Cristiano Ronaldo, quien al minuto 15 remató sobre la línea de gol un cabezazo de Benzema en el segundo palo tras un buen centro de Toni Kroos. El Barça perdió profundidad y dejó espacios en la defensa que el rival aprovechó. Marc André Ter Stegen, en mano a mano con CR7, evitó el segundo tanto.

El juego ríspido afloró hasta que, al borde de la pausa, Sergi Roberto cayó en la trampa de Marcelo, respondió con un manotazo y fue expulsado (45). Minutos antes, Gareth Bale había aplicado duras acciones sobre Iniesta y Umtiti que el árbitro no castigó.

La pitada contra el colegiado cuando encaró el túnel de vestuarios fue monumental. ¡Fuera, fuera!, atronó la hinchada culé tan fuerte como cuando reclamó libertad para los políticos catalanes presos.

Tras el descanso, Zidane no quiso arriesgar con Cristiano Ronaldo, quien estaba dolido del tobillo derecho, y metió en su sitio a Marco Asensio. Valverde sacó al minuto 60 a Iniesta bajo ensordecedora ovación.

Lionel Messi se hizo presente en el marcador (52) al aprovechar un pase de Suárez; el astro argentino recortó a Casemiro, buscó el espacio y fusiló a Keylor Navas, quien después impidió en gran atajada una nueva anotación del argentino. Minutos más tarde, Ter Stegen no pudo llegar al gran disparo de Bale (72) que supuso el empate final.