Si estás fuera de las grandes empresas es difícil ser profesional, afirma la peleadora
Jueves 3 de mayo de 2018, p. a16
En el principio el boxeo sexista y discriminatorio fue hostil con las mujeres, a quienes prodigó un trato como de invasoras cuando irrumpieron contra las prohibiciones legales para hacerse profesionales en México. Todavía hoy existe una brecha ofensiva entre los sueldos que perciben respecto de los hombres. En las artes marciales mixtas (AMM), uno de los deportes con mayor crecimiento mundial, parece que las condiciones son otras, plantea Judith Bolaños, mexicana de 35 años, peleadora profesional de esta disciplina en ascenso.
Quizás –concede– la relativa juventud de las AMM permitió la participación activa de las mujeres sin provocar ningún cisma.
A diferencia de la desigualdad de sueldos en el boxeo
, explica Judith; en las AMM se paga lo mismo a hombres y mujeres. Porque los combates son tan emocionantes, y a veces tan o más sangrientos, que no existe esa diferencia entre varonil y femenil a la hora de los pagos
.
En la liga más exitosa de artes marciales mixtas, la UFC, una de las máximas estrellas es la estadunidense Ronda Rousey, quien no sólo fue pionera, sino también un éxito comercial.
En realidad la diferencia salarial en las AMM dependerá de la liga en la que se participe, si es una de las grandes empresas internacionales o en nacientes ligas locales, cuya actividad y negocio aún tiene que madurar.
Si estás fuera de las grandes empresas de artes marciales mixtas (AMM) es difícil vivir como profesional
, dice Judith;es necesario tener actividades paralelas como entrenadora o proyectos empresariales para poder vivir
.
Judith Bolaños debutó en 2017 como peleadora profesional de artes marciales mixtas en la Arena México. Esa novedad es engañosa, pues desde hace más de 27 años se dedica a otras disciplinas, como lima lama, full contact, kick boxing y muay thai. Pese al recorrido, también tiene que desdoblarse como gerente de una sucursal de 9Round México, empresa dedicada al acondicionamiento con un sistema basado en AMM, además de impartir clases de defensa personal y artes marciales.
En México está empezando (como deporte organizado), no hay mucho apoyo, estamos todavía lejos; en UFC, por ejemplo, no sólo te pagan por pelear, sino también durante tus entrenamientos, aquí no existe algo parecido
, cuenta Bolaños; hay ligas muy buenas que tienen buena actividad, de donde han salido peleadores que han terminado en UFC, pero hace falta desarrollarlo, que haya patrocinios
.
Judith no descarta la posibilidad de algún día poder participar en alguna de esas empresas internacionales de AMM, como cualquier profesional de su disciplina, pero no es ingenua. Cuenta que entrar en esos circuitos requiere procesos complicados, que no sólo exigen el nivel competitivo, sino también provenir de ciertas escuelas y círculos deportivos.
Hay favoritos, acuerdos, como en todo
, dice Judith, si no me toca, lo que me entusiasma es estar aportando algo para el desarrollo de esta disciplina, y que en el futuro las condiciones estén más consolidadas para las peleadoras que vengan más adelante
.