Mexicali, BC.

El Viacrucis Migrante llegó a su fin ayer al arribar a Tijuana un contingente de 175 centroamericanos que durante 30 días recorrieron 4 mil kilómetros desde Tapachula, Chiapas.

En el último tramo, los migrantes viajaron en tres autobuses la noche del martes para llegar ayer a las 13 horas a Mexicali, su última escala antes de Tijuana, situada 162 kilómetros al poniente.

De los mil 500 integrantes iniciales de la caravana sólo llegaron a la frontera con California 347 hombres, mujeres y niños en tres grupos de familias enteras, y 50 integrantes de la comunidad lésbica, gay, bisexual y transgénero.

El activista Tristan Call, voluntario de la organización Pueblos sin Fronteras, que acompañó al contingente, dio a conocer que el de ayer fue el último grupo de la caravana, toda vez que 200 migrantes solicitaron al gobierno mexicano quedarse en Sonora y regularizar su situación.

Anunció que durante los siguientes tres días se ofrecerá capacitación a los extranjeros sobre cómo presentar solicitudes de asilo político y otros trámites que deberán efectuar a partir del domingo próximo ante funcionarios de Estados Unidos, cuyo presidente, Donald Trump, pretende castigar a los más desprotegidos y a las organizaciones que defienden y orientan a los migrantes por razones humanitarias.

Adelantó que el 29 de abril el Viacrucis Migrante se reunirá en la línea internacional San Ysidro-Tijuana con la Marcha sin Fronteras que partió del condado de Orange, en el norte de California, para protestar contra las políticas antimigrantes de Trump, las deportaciones masivas, la militarización de la frontera y la construcción de un muro.

En esta frontera se concentran 347 migrantes centroamericanos, la mayoría hondureños, entre quienes se encuentran 120 menores de edad que pedirán asilo político al gobierno de Trump. Dieciocho de ellos ya lo hicieron en la garita de San Ysidro, California y se desconoce su situación migratoria.