Familias asentadas sobre el trazo de la ampliación de la línea 12 del Metro hacia Observatorio, en la colonia José María Pino Suárez, delegación Álvaro Obregón, son acosadas por funcionarios del gobierno capitalino para que vendan sus viviendas para supuestas obras relacionadas con este medio de transporte.

Bernardo Morales, integrante de una de las familias afectadas, detalló que en la zona ya construyeron el túnel y las dos estaciones aledañas se ubican a medio kilómetro, por lo que no hay justificación para obras complementarias, por lo que temen que busquen desplazarlos para impulsar desarrollos inmobiliarios.

Se trata de alrededor de 18 familias, que el 21 de marzo fueron notificadas por dos personas sin identificarse, que debían llamar a unos teléfonos para que les brindaran información sobre la línea 12.

Después de comunicarse, sin dar más detalles, la persona que los atendió les indicó que posteriormente se pondrían en contacto para darles una cita y tratar un asunto de carácter confidencial. El 26 de marzo, a las 10 horas, recibimos una llamada telefónica para decirnos que a las 12 nos esperaban en el edificio de Plaza de la Constitución número 1, segundo piso, con la maestra Álvarez Aréstegui, con una identificación oficial y la boleta del predial, contó otra vecina.

En el lugar estuvieron varios vecinos, a quienes se les notificó que debían vender sus predios en un plazo de seis meses, porque se requerían hacer obras complementarias; que estaban en su derecho de ampararse, pero que si lo hacían saldrían perdiendo porque se les pagaría menos.

De acuerdo con los vecinos, en el encuentro fueron recibidos por la maestra Evelyn Álvarez Aréstegui y un grupo de personas que jamás acreditaron los cargos que ostentaban en el gobierno y quienes al ser cuestionados en qué consistían los trabajos a realizar sólo respondían con evasivas.

Después de esa cita, a partir del 17 de abril los propietarios de los predios ubicados en Prolongación Alcón, La Curva, La Fábrica y Mirador han recibido notificaciones sin membrete ni firmas del remitente, así como llamadas telefónicas con las que los presionan para que se presenten para continuar con el proceso de venta.

Esta colonia se pobló hace más de 40 años y la mayoría de las propiedades de los fundadores han sido heredadas a sus descendientes, quienes no han formalizado la sucesión. Nos parece muy extraño que hayan seleccionado los predios donde existe ese problema, por lo que tememos que nos quieran despojar de nuestros terrenos y no precisamente para las obras del Metro, denunciaron.