Con el tiempo encima, la Cámara de Diputados tratará de desahogar en la última semana del periodo de sesiones la mayor parte de temas pendientes, pero dejará en la congeladora reformas sustanciales, entre otras en materia de donación de órganos, debido a que en todos los grupos parlamentarios hay oposición.

Como ha ocurrido desde el primer año de la legislatura, nuevamente no se logró consenso para designar a los titulares de los órganos internos de control del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), porque su designación aún es vista como un asunto de interés político.

El acuerdo de las bancadas es citar a sesión de martes a viernes, con objeto de desahogar la agenda legislativa, y hasta el jueves pasado –cuando la sesión se suspendió por falta de quórum– había 24 dictámenes rezagados.

El periodo de sesiones que termina se caracterizó por su baja productividad, en contraste con el alto número de solicitudes de licencia de diputados que buscan otro cargo de elección popular y dejan sin problema su escaño.

Durante los tres años de la 63 Legislatura, hubo 257 solicitudes de licencia, y de éstas tomaron protesta 179 suplentes; el resto se reincorporó a su curul. No obstante, la mayor parte de los cambios se dieron de febrero a abril: el pleno concedió 139 licencias, y de éstas 108 suplentes llegaron a la Cámara.

La inactividad en las comisiones se ahondará a partir de mayo, porque los diputados en activo decidieron concentrarse en las campañas electorales.

El jueves, por ejemplo, el coordinador panista Marko Cortés anunció que al concluir el periodo, la bancada se sumará a la campaña de Por México al Frente. Haremos todo nuestro esfuerzo y con nuestros recursos, sin sacrificar comisiones o la Comisión Permanente, para apoyar a nuestros candidatos, dijo.

En los cuatro días que restan, los grupos tratarán de llegar a un consenso en la minuta que reforma la Ley General de Salud, para que cualquier persona, al fallecer, sea considerada donadora de órganos.

Los coordinadores definieron solicitar una entrevista al secretario de Salud, José Narro, como último recurso para decidir si se aprueba o no la reforma.

Para el PAN no existe transparencia en cuanto a la lista de pacientes que esperan una donación, ni confirmación de que el Sector Salud –donde se realiza el mayor número de trasplantes– cuente con la capacidad técnica y de infraestructura en sus hospitales.

PES y Morena rechazan la reforma y el PRD considera que la minuta está incompleta porque no aborda principios éticos ni culturales de la sociedad mexicana, incluso señala que al retirar el consentimiento de familiares de fallecidos se violen derechos humanos.

No se prevé un periodo extraordinario, así que el reporte más reciente del Servicio de Información para la Estadística Parlamentaria señala que de las 5 mil 864 iniciativas turnadas a comisiones, 3 mil 597 quedarán pendientes, entre éstas tres del presidente Enrique Peña Nieto.