El sacerdote católico, Juan Miguel Contreras García, vicario parroquial del templo de San Pío de Pietrelcina, ubicado en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, fue asesinado de tres disparos mientras confesaba a un feligrés en su oficina la noche del viernes.

Al respecto, el Centro Católico Multimedia (CCM) condenó que en esta semana fueran asesinados dos curas, con lo que la cifra de víctimas dedicadas al ministerio sacerdotal, ultimadas en este sexenio, asciende a 23. Exigió a autoridades de los tres niveles de gobierno dar garantías, en especial en zonas donde se ha incrementado la violencia.

Apenas el miércoles pasado el vicario judicial de la diócesis de Cuautitlán Izcalli, estado de México, Rubén Alcántara Díaz, fue asesinado a puñaladas dentro del templo de Nuestra Señora del Carmen, en la colonia Cumbrias de ese municipio, cuando discutía con un desconocido, informó la policía municipal.

Sobre el homicidio de Contreras García, de 33 años, la Fiscalía de Jalisco informó: De acuerdo con las primeras investigaciones Contreras García fue posiblemente atacado por dos hombres, quienes ingresaron a la sacristía de la parroquia y agredieron direc- tamente al religioso y posteriormente huyeron en un vehículo compacto.

La dependencia detalló que la víctima fue encontrada en la iglesia con varios impactos por arma de fuego y a la llegada de los paramédicos aún se encontraba con actividad cardiaca, por lo que procedieron con las maniobras de reanimación, pero instantes después sobrevino el deceso.

Refirió que el templo de San Pío se ubica en la colonia Haciendas de Santa Fe y según testimonios, el sacerdote, quien tenía sólo cuatro años de ordenado, recién regresaba de realizar ejercicios espirituales y se reincorporaba a sus labores de vicario.

La arquidiócesis de Guadalajara expresó su consternación por el homicidio y pidió acciones urgentes de las autoridades para castigar a los responsables y hacer un llamado a quienes cometen estas atrocidades a que reflexionen sobre el daño que causan a familias y sociedad, para que su mente y su corazón muevan a la conversión de sus actos.

Del 1990 a la fecha se han cometido 69 atentados contra miembros de la Iglesia católica. El CCM expuso que, por noveno año consecutivo, México ocupa el primer lugar en crímenes de odio contra sacerdotes, religiosos y laicos.

Puntualizó que la administración con más decesos violentos de presbíteros era hasta hace poco más de un año, la de Felipe Calderón Hinojosa, en la cual fueron asesinados 17 religiosos, pero en el sexenio de Enrique Peña Nieto, esta cifra fue superada.