Las bases de datos elaboradas por las instituciones gubernamentales del país no son compatibles entre sí, lo cual dificulta considerablemente el monitoreo de la labor de los servidores públicos y la lucha contra la corrupción.

Así lo advirtió el investigador universitario Héctor Cárdenas, quien a pesar de ello afirmó que también ha habido avances importantes que no deben ser tirados a la basura por quien encabece la próxima administración, sino mejorados con una visión de integralidad para conformar la Plataforma Digital Nacional (PDN).

Al presentar un inventario sobre los diversos sistemas electrónicos de información y bases de datos creadas por entes públicos federales, el especialista del Centro de Investigación y Docencia Económicas subrayó que ha habido logros significativos en el acopio de datos, sobre todo en lo que se refiere a la evolución patrimonial de servidores públicos, las sanciones contra funcionarios y las contrataciones públicas.

Entre los sistemas más robustos de los 52 analizados, detalló el experto, se encuentran los de la Secretaría de la Función Pública –que son utilizados o copiados por otros organismos de la administración pública federal– y los del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.

Sin embargo, uno de los aspectos menos desarrollados de las bases de datos es la complementariedad entre sí. Lo anterior provoca que haya una gran diversidad de prácticas de gestión, muchas de ellas poco sistematizadas, lo cual complica a la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción la labor de construir la PDN.

Sin embargo, Cárdenas llamó a no caer en la tentación de no tirar todo a la basura y querer empezar de nuevo todo. No se ha avanzado tanto como quisiéramos, pero lleva tiempo. Hay que darle un sesgo de información integral y completa que lleve la lucha anticorrupción a otro nivel.