Guadalajara, Jal.

El incendio en el bosque de La Primavera, que se inició el martes pasado y ayer obligó a suspender clases para más de medio millón de estudiantes, desde prescolar hasta nivel profesional en cuatro municipios, fue controlado luego de 46 horas y de que incineró entre 2 mil 200 y 2 mil 400 hectáreas.

La superficie afectada equivale a 3.5 veces el tamaño del bosque de Chapultepec en la Ciudad de México y a casi 8 por ciento de las 30 mil 500 hectáreas de la reserva forestal.

En las brigadas participaron unos 230 trabajadores de dependencias estatales, federales y municipales, así como organizaciones civiles y efectivos castrenses.

El alcalde de Zapopan, José Luis Tostado, dijo que hay una persona plenamente identificada como responsable de haber provocado el fuego en forma deliberada, lo que dejó Tala, Tlajomulco, Zapopan, Tlaquepaque y buena parte de Guadalajara bajo una espesa capa de humo todo el martes, lo cual hizo necesario suspender clases para 558 mil alumnos.

Entre las instituciones afectadas están la Universidad de Guadalajara, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey campus Zapopan y 2 mil 558 escuelas de educación básica, además de de las guarderías privadas y las 25 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Zapopan, Tlajomulco, Tlaquepaque y Tala, los municipios más afectados.

Después de que se anunció que el incendio había sido controlado, los planteles reanudaron actividades por la tarde.

El bosque, ubicado al poniente de Guadalajara y su área conurbada, es el pulmón natural de la ciudad y desde 1980 es zona de protección forestal y refugio de fauna silvestre, donde habitan especies como venado cola blanca, puma, lince, coyote, pájaro carpintero, momoto, aguililla cola roja, coralillo, rana cara de niño, hongos, orquídeas y el raro Agave guadalajarana, especie endémica de la región.

La mayor parte de su superficie –que abarca territorios de Zapopan, Tala y Tlajomulco– pertenece a particulares; 11 ejidos son de propiedad social y sólo una pequeña parte al gobierno estatal, lo que ha motivado fuertes presiones inmobiliarias. Según las autoridades, se han provocado varios incendios para desmontar el terreno a fin de que cambie el uso del suelo. El gobierno estatal envió peritos para recabar pruebas de un ataque incendiario y el ayuntamiento de Zapopan presentó denuncia.