California.

El gobernador de California, Jerry Brown, aceptó desplegar 400 efectivos de la Guardia Nacional a petición del presidente Donald Trump, pero no todos se dirigirán a la frontera con México y ninguno se encargará de aplicar leyes migratorias.

Ésta no será una misión para construir un nuevo muro. No será una misión para capturar a mujeres ni a niños ni para detener a personas que escapan de la violencia y buscan una vida mejor, escribió Brown en una carta dirigida al gobierno de Trump.

El mandatario quiere que se desplieguen hasta 4 mil efectivos en la frontera para combatir la migración ilegal y el tráfico de drogas, y los gobernadores republicanos de los estados de Arizona, Nuevo México y Texas ya se han comprometido a enviar mil 600.

La Casa Blanca elogió la decisión de Brown y no comentó sobre su anuncio de no participar en actividades de control. Nos agrada ver que el gobernador trabaja con el gobierno y despliega miembros de la Guardia Nacional para ayudar a proteger la frontera sur, dijo la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.

Brown indicó que los efectivos de California se unirán a un programa vigente para combatir el narcotráfico trasnacional, el contrabando de armas de fuego y el tráfico de seres humanos. Unos 250 soldados de la Guardia Nacional ya participan, 55 incluidos en la frontera.