La enfermedad de Parkinson se describió hace 201 años. Aunque es el segundo padecimiento neurodegenerativo más frecuente, 30 por ciento de los afectados carecen de diagnóstico o tienen uno equivocado, advirtieron especialistas. Explicaron que, por lo general, cuando aparece el movimiento involuntario de las manos –con el que típicamente se le asocia–, en realidad, la persona ya ha vivido unos 20 años con este mal.

El neurólogo Rodrigo Llórens, especialista en Parkinson, comentó que en México no existe información reciente sobre la prevalencia del trastorno, pero se estima que hay 250 mil afectados. La edad promedio de inicio es a los 55 años, aunque se ha visto que las manifestaciones clínicas ya afectan a personas de 40 a 45 años.

Explicó que entre los primeros síntomas de alerta está que la persona empieza a encorvarse, los músculos de la cara pierden movilidad, no sonríe; al caminar ya no mueve los brazos y modifica su escritura.

También puede haber alteraciones en el olfato y en el sueño, entre otras. El especialista resaltó que existen alrededor de 60 síntomas que pueden indicar la presencia de Parkinson. Después de 20 a 25 años aparecen los movimientos involuntarios y aun así, en 40 por ciento de los afectados éstos no se presentan.

En conferencia con motivo del Día Mundial del Parkinson (11 de abril), Llórens resaltó que por falta de información, hay un retraso en el diagnóstico de la enfermedad de 2 a 2.5 años, aunque algunos pacientes lo obtienen hasta cinco años después de que aparecen los problemas motores.

Dijo que la identificación temprana del padecimiento permite un mejor control de los síntomas y que la persona se mantenga durante más tiempo en sus actividades cotidianas.

También puntualizó que no existe una cura de la enfermedad. Los medicamentos se limitan a controlar los síntomas. Se trata de un padecimiento progresivo e incapacitante. Se han realizado varias investigaciones y conocemos bastante sobre las causas de la enfermedad, pero no todo.

Es complejo, dijo, porque ni siquiera son las mismas causas en todos los pacientes. Entre otros hallazgos, se ha encontrado que 16 mutaciones genéticas tienen una relación directa con el Parkinson, mientras otras 36 predisponen a su desarrollo.

En la década reciente también hubo avances en el ámbito quirúrgico, mediante la técnica de estimulación cerebral profunda, explicó Llórens. En México este método ya se ha practicado en alrededor de 500 pacientes con movimientos involuntarios que ya no respondían a los tratamientos médicos disponibles.