Pekín. El Ministerio de Finanzas de China anunció el viernes la introducción de nuevas deducciones y exenciones tributarias a los fabricantes de semiconductores, en un intento por limitar la dependencia de chips extranjeros en un momento de alta tensión con Estados Unidos sobre transferencias tecnológicas. La decisión se produce al tiempo que Washington estudia la imposición de aranceles a exportaciones chinas por valor de 60 mil millones de dólares, al citar prácticas comerciales discriminatorias en sectores de alta tecnología, incluidos los semiconductores. El proteccionismo equivale a a cerrar la puerta a China y (esos países) sufrirán la consecuencias de sus acciones, declaró Wang Yi, principal diplomático del país. Los fabricantes de chips quedarán exentos del pago del impuesto de sociedades por entre dos y cinco años, seguido por deducciones parciales, anunció el ministerio. Las exenciones cubren un amplio abanico de productos, desde los más básicos a chips de última generación. Las nuevas reglas serán efectivas desde el primero de enero de 2018. China depende mucho de los semiconductores foráneos, que conforman una de sus principales categorías de importación por valor. De acuerdo a su propia hoja de ruta, su intención es adelantarse a sus rivales extranjeros y convertirse en un gran fabricante de semiconductores para 2030.