Unos mil 500 centroamericanos de Guatemala, Nicaragua, Honduras y El Salvador que participan en el Viacrucis Migrantes en la Lucha, para solicitar refugio humanitario en Estados Unidos, arribaron este martes a Tonalá, Chiapas, luego de recorrer en tres días unos 220 kilómetros desde la frontera mexicana con Guatemala.

Cristóbal Sánchez, representante del Movimiento Cultura Migrante, afirmó que han cruzado 13 municipios de la costa de Chiapas sin contratiempo alguno; en el trayecto se sumaron más centroamericanos, con el fin de visibilizar el calvario que sufren los indocumentados en su tránsito por México, dijo.

Irineo Mujica, director de la agrupación Pueblos Sin Fronteras, afirmó que la caravana, que tiene como lema Todos somos americanos de nacimiento, partió el domingo desde Tapachula y cruzó sin dificultades por lo menos tres puntos de inspección del Instituto Nacional de Migración.

Añadió que en su llegada a Tonalá los participantes recibieron víveres de integrantes de la sociedad civil y de autoridades locales, como ha ocurrido en otros municipios. Expresó que brigadas de la Cruz Roja Mexicana y de Protección Civil revisaron la condición de salud de los migrantes, principalmente de mujeres y niños.

Mexicali, capital de Baja California, es el destino final en México del Viacrucis Migrantes en la Lucha, el cual dio inicio el pasado día 25 en Tapachula, Chiapas, donde niños, mujeres y hombres que huyen de la violencia en sus países de origen exigieron fin a la corrupción de sus gobiernos, a las amenazas, las extorsiones y los abusos contra migrantes en México y Estados Unidos.

La agrupación Pueblo sin Fronteras dio a conocer que entre el 5 y 9 de abril realizarán talleres en Puebla para abordar cuestiones jurídicas o preguntas de los miembros de la caravana. En su ruta, se prevé que viajen a Mexicali en La Bestia, como denominan al tren de carga que llega a esa ciudad, donde estarán la segunda semana de abril.

En Baja California, la Coalición para la Defensa del Migrante ha insistido en la responsabilidad del gobierno mexicano de atender los flujos migratorios hacia esta frontera, mediante una política integral que incluya a indocumentados nacionales e internacionales desplazados por la violencia y a los deportados.