Los soldados, marinos y pilotos de México no somos criminales ni represores, nunca cobardes ni abusivos, tampoco mediocres, mentirosos, desleales ni traidores, defendieron los secretarios de Marina y de la Defensa Nacional, Vidal Francisco Soberón Sanz y Salvador Cienfuegos Zepeda, respectivamente, al reivindicar una vez más la participación de las fuerzas armadas en tareas de combate a la delincuencia.

A quienes quisieran distanciarnos del pueblo, deben saber que eso es imposible, dijo el jefe del Ejército. Somos uno y lo mismo, el pueblo en uniforme militar, y en las filas no hay cabida para quien se conduce en otro sentido.

En una nueva exaltación a las labores de los militares y marinos en tareas de seguridad pública, ambos mandos fueron oradores durante la entrega de menciones honoríficas a unidades de las fuerzas armadas en tareas de combate al crimen organizado y ante el presidente Enrique Peña Nieto. Esta ocasión, ninguno de los dos mencionó la Ley de Seguridad Interior aprobada en el Congreso y controvertida vía amparos ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde aún está pendiente de resolución.

Para el titular de la Marina, la seguridad pública no es nuestra principal misión, pero al hacerlo respondiendo al llamado de nuestro pueblo representa uno de los más grandes privilegios de su condición.

Desde su ámbito de competencia, añadió, garantizan la seguridad de los mexicanos porque de ese modo se contribuye a garantizar una coexistencia pacífica, una existencia digna para impulsar el desarrollo nacional.

El almirante Soberón Sanz pidió a las tropas a su mando recordar: el honor que nos respalda se construye día a día, cuando actuamos con apego a la ley, respetuosos de los derechos humanos, capaces de negarnos a cualquier acto que nos aleje de nuestra misión.

A su vez, el general Cienfuegos Zepeda subrayó la indicación dictada por el presidente Peña Nieto, en su condición de comandante supremo de las fuerzas armadas, para apoyar de manera subsidiaria en materia de seguridad y sin sustituir las funciones de las autoridades locales, sobre todo en aquellos lugares que representan mayor vulnerabilidad en el país.

Para hacerlo, convino, flexibilizamos el adiestramiento militar y sin reservas los militares han ofrendado incluso su vida al servicio de los mexicanos. Y así continuarán, dijo, convencidos de que la seguridad no es responsabilidad de una institución o de una persona, sino responsabilidad de todos.

Les manifestó orgullo a las unidades galardonadas, y pidió a sus integrantes hacer saber a sus tropas su condición de militares y ciudadanos de gran valía y de mexicanos honestos, confiables, respetuosos, valientes, disciplinados, comprometidos, apegados a la ley y respetuosos de los derechos humanos.