Cientos de universitarias se reunieron ayer en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la primera asamblea interuniversitaria de mujeres, donde discutieron formas de organización ante la violencia de género que ocurre en las universidades y en el país.

Estudiantes consultadas indicaron que hubo entre 300 y 400 participantes en el auditorio Ho Chi Minh de Economía, en donde no se permitió el ingreso de cámaras, ni de medios de comunicación.

Alumnas, académicas, trabajadoras y madres de víctimas de la violencia feminicida plantearon posturas diversas, entre las que se cuentan las que consideraban que la organización entre mujeres es necesaria, pero que no se debe excluir del todo a los hombres, y otras con posiciones separatistas, que plantean que las acciones se deben tomar sin varones, de acuerdo con estudiantes consultadas.

En la sesión se planteó que existe desconfianza hacia las autoridades respecto de cómo tratan la violencia de género.

Además, se habló del punitivismo con el que se pretende solucionar la violencia de género, con castigos individuales en tribunales inquisidores frente a un problema que es social.

Señalaron su preocupación porque el fortalecer organismos de castigo podría derivar en que se faciliten represalias contra profesores disidentes y activistas.

Mientras se celebraba la reunión, la UNAM informó que en los pasados 18 meses ha recibido más quejas por violencia de género que en los 13 años previos.

Desde que fue implementado el protocolo para la atención de estos casos, en agosto de 2016, y hasta el 28 de febrero del presente año se registraron 372 quejas, en tanto que de 2003 a 2016 se recibieron 325, de acuerdo con información de la Comisión Especial de Equidad de Género del Consejo Universitario.

Las 372 quejas recibidas en año y medio fueron interpuestas en contra de 346 personas agresoras, a quienes se iniciaron 293 procesos de sanción, de acuerdo con un mensaje que fue leído en una sesión del Consejo Universitario por Leticia Cano, presidenta de la comisión y directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social.

En la sesión, consejeras estudiantiles se unieron a la demanda recién hecha por estudiantes y activistas para que se revise y mejore el Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género en la institución universitaria.

Por la mañana, el rector Enrique Graue Wiechers dijo en entrevista que el protocolo indudablemente puede mejorar.

Graue reconoció que es probable que socialmente esté aumentando la violencia de género, pero pidió tomar en cuenta que ha habido una gran visibilidad al problema con la implementación del protocolo. Esto nos debe generar una gran satisfacción, porque si no lo visibilizamos, no podemos combatirlo.

Sostuvo que el compromiso de la universidad es la eliminación completa de la violencia de género y trabajar en favor de la equidad ente hombres y mujeres.