David Patiño, técnico de los Pumas, desmintió el rumor de que la directiva auriazul le haya puesto de plazo el partido del sábado –ante Cruz Azul– para enderezar el rumbo del equipo, que el domingo llegó a cinco juegos sin triunfo. ¡Al contrario!, la directiva nos manifestó apoyo, expresó.

“Tuvimos una reunión en la que se aceptó que la crisis es real, se prendieron los focos rojos, pero tenemos que revertir y nos dan todo el apoyo”. El timonel de los auriazules subrayó: Yo me quiero quedar. Estoy convencido del proyecto, aunque entiendo claramente que los técnicos somos hijos de los resultados.

Respecto de la situación que los afecta, reflexionó: No es algo en particular, sino varias cosas. Haber perdido contra Veracruz y ante Tijuana fue lo que desató una serie de recuerdos del torneo anterior que nos empezaron a mermar en lo sicológico. Es ahí donde tenemos el mayor conflicto, es un problema de memoria, de una sicosis colectiva, expuso.

En entrevista radiofónica, Patiño agregó: “Entonces primero hay que dar estabilidad al equipo; obviamente entendiendo el momento que vivimos, que no es positivo. Hemos tenido problemas en los pasados cinco partidos, pero el colchón que nos dio el buen inicio nos mantiene ahí, en la pelea, en los dos torneos (Liga y Copa Mx).

“Si bien estábamos haciendo un buen partido contra Tijuana, los errores puntuales se van al marcador, aunque queda una percepción de que hay buen accionar, sobre todo en el primer tiempo. Contra Veracruz, tras un inicio adecuado, el equipo se relajó y eso nos cobró factura en el primer tiempo, y en el segundo ya no pudimos revertir.

Tras estos dos resultados empieza a haber desconfianza en el equipo, de recordar los momentos que se vivieron antes. Es una bolita de nieve que se va haciendo cada vez más grande y es difícil detener, aunque no imposible, dijo.

Luego de la derrota ante el Toluca, precisó que nos estábamos retroalimentando en el vestidor, entró la directiva a platicar con nosotros, a brindarnos el respaldo; de ninguna manera se puso un ultimátum, me siento muy apoyado por la directiva, insistió.

Patiño se negó a ventilar sus roces con Pablo Barrera y sus decisiones para alinear a los jugadores. “Ese tipo de información o cosas se quedan en el vestidor, es como una familia y las tenemos que mantener en la intimidad de nuestras instalaciones, de las conversaciones. Hablar fuera del vestidor sobre mis jugadores no es mi estilo y nunca lo será.

No tengo ninguna queja de nadie, todos han dado lo mejor, han hecho su mayor esfuerzo. Yo siento el compromiso del grupo, el deseo de revertir el mal momento, están conscientes de que nos conviene a todos que nos vaya bien, puntualizó.

Rehusó hablar sobre el choque ante La Máquina, pues explicó que antes tiene el partido contra Necaxa. No sé si habrá modificaciones, en la semana se definirá eso, pero necesito de todos mis jugadores.

Declaró que la prioridad es el torneo de Liga. No podemos demeritar ni desdeñar la Copa, los muchachos que han participado más en ella han hecho un estupendo trabajo, y al final de cuentas queremos seguir adelante. Hay que poner al mejor equipo que se pueda de acuerdo con la carga de trabajo.