Debido a la escasez de recursos humanos, materiales y financieros, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no contribuyó en 2016 a la gestión integral y sustentable del líquido ni pudo revertir la disminución de su disponibilidad, advirtió la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

En su revisión de la cuenta pública de ese año, el organismo destacó que la demanda creciente de este recurso es cada vez más difícil de satisfacer debido a que entre 1950 y 2013 la población aumentó 4.5 veces, al mismo tiempo que la disponibilidad natural media per cápita del líquido disminuyó 78 por ciento, al pasar de 18 mil 35 metros cúbicos por habitante al año a sólo 3 mil 982, considerada baja por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

Para hacer frente a esta situación, la Conagua –dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales– ejerció en 2016 un presupuesto de 174 millones 252 mil pesos para el programa de Conducción de las Políticas Hídricas.

Al revisar su actuación del año antepasado, la ASF documentó que la Conagua se ciñó en términos legales a la política hídrica del país, pero no contó con los instrumentos operativos para realizar avances concretos.

Un ejemplo de ello es que no fue capaz de formalizar convenios de coordinación con las diversas entidades y dependencias de la administración pública federal, para cumplir el objetivo de descentralizar la gestión de los recursos hídricos, lo cual le impidió alcanzar una administración coordinada y efectiva del agua.

En las auditorías de desempeño 395 y 410, el ente revisor indicó también que la Conagua presentó un rezago importante en su labor cotidiana de gestión de los recursos acuíferos del país. Muestra de ello es que de 19 mil 640 solicitudes para el otorgamiento de títulos de concesión y asignación que recibió en 2016, 62 por ciento aún se encuentran en espera de resolución y fuera del plazo de 60 días hábiles para su atención.

La Conagua tuvo una demanda de trámites que rebasa la capacidad de administración del agua en los organismos de cuenca y direcciones locales, ya que los recursos humanos, materiales y financieros asignados para tal fin son insuficientes, alertó la ASF. Esta falta de herramientas para solventar su trabajo también se reflejó en que el organismo no pudo verificar el cumplimiento de sus objetivos y metas anuales.