Romper con la burocracia sentimental
, plantea José Juan Sánchez
dejarse llevarpor los sentidos
Lunes 5 de marzo de 2018, p. a11
La confirmación para asistir a un lugar secreto por la noche, sin saber qué es lo que sucederá ahí con 20 desconocidos, es la mística
de la obra Un acto de comunión.
Un día antes de la cita, mediante un correo electrónico, Frankie Malkovich explica que tras ser positiva
la respuesta a la invitación eso lo es todo; sin ella, nuestro encuentro no sería posible. Podremos coincidir, gracias a que has dicho sí
. En ese momento comienza la obra.
El monólogo del dramaturgo argentino Lautaro Vilo se presentó en la edición 34 del Festival del Centro Histórico de Ciudad de México. Es la opera prima de Belén Aguilar, quien junto con el actor José Juan Sánchez ofrece una peculiar cena a la que se invita al espectador para saciar su hambre de misterio
.
En la velada, casi mágica, entre bebidas, comida y proyecciones, a lo largo de casi dos horas, se escucha a Elton John (Don’t Go Breaking My Heart), Bronski Beat (Smalltown Boy), George Harrison (While My Guitar Gently Weeps), Iggy Pop (The Passenger), Lianne La Havas (Say a Little Prayer), Elton John (Your Song), Lianne La Havas (Midnight), Bee Gees (How Deep Is Your Love), entre otras rolas.
La obra, que agotó la taquilla para las funciones parte del festival, propone al espectador una mirada distinta al teatro y parte de varias premisas: 20 desconocidos comparten la mesa, un delicioso platillo, un lugar por descubrir y un secreto que espera ser revelado.
Una cena especial
En el lugar secreto de la cita, los comensales son recibidos por los anfitriones y convidados a una particular cena, con el menú a cargo del chef Gerardo Aguilar, quien ofrece un platillo del que aroma, textura y sabor se integran a la historia.
Los sentidos y el instinto serán el vehículo para este experiencia: disfruta, déjate llevar
, señaló el actor José Juan Sánchez.
Lo cierto, explicó, es que el alma de este proyecto es el texto de Vilo, con una historia magnífica basada en un hecho real, la cual invita a romper con la burocracia sentimental. Nuestra vida está rodeada de requisitos legales para sentir de una forma, expresar nuestras emociones de otra o para sufrir y eso nos delimita y nos dice quién ser
.
En realidad, prosiguió, lo único que hace falta es una pausa, un espacio para pensarnos y escuchar al otro, para darnos cuenta de que nuestras emociones no tienen lugar en ningún documento, ningún edificio. La obra es una invitación a descubrir sensaciones, a aceptarlas, vivirlas y compartirlas. Además es una manera de decir que se escuche con los ojos, se huela con los oídos y se pruebe con la piel
.
Un acto de comunión continuará temporada del 8 al 10, del 15 al 17, y del 22 al 24 de marzo en un lugar secreto del Sur de la ciudad. Reservaciones: [email protected]