Los abandonaron para borrar evidencias de la inseguridad
Martes 20 de febrero de 2018, p. 14
San Juan de Sabinas, Coah.
Grupo México e Industrial Minera México, empresas concesionarias de la carbonera Pasta de Conchos que explotó la madrugada del 19 de febrero de 2006, cometieron un crimen al dejar morir a los trabajadores atrapados para que no se descubriera la evidencia sobre las condiciones inseguras de la excavación
, aseguró el activista por los derechos laborales Fernando Acosta Esquivel, quien entre 2008 y 2010 estuvo a cargo de las brigadas independientes de búsqueda y rescate.
Este martes, a 12 años de la tragedia, familiares de los mineros fallecidos marcharon por calles de San Juan de Sabinas para reclamar la entrega de los cuerpos. En el acceso de la planta se colocaron ofrendas florales.
A los mineros los abandonaron, pararon el rescate para borrar cualquier evidencia de las condiciones inseguras e inhumanas en que debían trabajar porque a la empresa no le interesaba su seguridad, y por lo tanto no invertía en eso.
Acosta Esquivel considera que la explosión ocurrió a la altura de la diagonal 17 (tramo de 50 metros lineales que los mineros utilizan para medir el interior del socavón), a unos 850 metros de la plancha de la mina, y el estallido derrumbó techo y paredes de esa y otras dos diagonales, debido a que la excavación no contaba con túnel ni malla de acero, indispensables para proteger a los trabajadores en caso de caída de rocas.
Indicó que el estallido habría ocurrido por un corto circuito en una caja eléctrica, aunado a elevadas concentraciones de gas metano, pero la onda expansiva fue hacia el exterior de la mina, de tal manera que diagonales adentro los trabajadores habrían resultado ilesos.
“El derrumbe mató a dos compañeros y sus cuerpos fueron recuperados; el primero en junio de 2006 y el segundo entre la noche del 31 de diciembre de ese año y los primeros minutos de 2007. Los dos estaban luego luego, a la altura de la diagonal 17 donde fue la explosión, pero los demás compañeros estaban de ahí para adelante, después de la zona de derrumbe.
“Trece fueron sacados con vida, tenían quemaduras y golpes, eso fue después de la explosión; fueron rescatados por sus mismos compañeros, pero en el siguiente turno la empresa suspendió el rescate y sacó a todo mundo de la mina con el argumento de que sólo podían ingresar rescatistas especializados; cuando las labores de rescate se reanudaron fue sólo para talquear la mina, ya que explotó porque no tenía polvo inerte que evita eso.”